Tecnología animal
Las tecnologías que permiten que tu perro se comunique contigo
Son desarrollos del Instituto Tecnológico de Georgia y de la Universidad de Viena, entre otras
Bienvenido a un nuevo mundo de comunicación entre perros y humanos gracias a las tecnologías que permite que los perros “hablen” de una manera que podamos entender fácilmente, sobre todo cuando realmente es importante comprenderlos. Para llegar a esto los científicos han usado básicamente dos tecnologías.
La primera de ellas llega desde el Instituto de Tecnología de Georgia. Melody Jackson, directora del Laboratorio de Interacción Animal-Máquina de la universidad, es también la directora del proyecto FIDO (Facilitando Interacciones para Perros con Ocupaciones, por sus siglas en inglés). FIDO se centra en la creación de tecnologías portátiles para la comunicación entre perros y humanos.
Para ello han creado un chaleco específico que incluye unas lengüetas que los animales pueden morder o de las cuales tiran, lo que produce un mensaje oral. Se ha probado con personas con diversas condiciones médicas (epilepsia o diabetes por ejemplo), con personas mayores y con servicios de seguridad. Los perros reconocen la diferencia entre un timbre de puerta y una alarma, entre diferentes explosivos químicos (que pueden ser más o menos estables), pueden alertarnos de la posibilidad de sufrir convulsiones antes que ocurran y se anticipan a una bajada de azúcar, gracias a su olfato y a su capacidad para comprender nuestro lenguaje corporal. El problema es que no nos lo pueden decir.
Los perros equipados con el chaleco del proyecto FIDO pueden avisarle a un humano que debe buscar un lugar seguro antes de tener una convulsión tirando de una de las lengüetas. En ese momento se escuchará un mensaje de voz que le dirá: “Puedes sufrir una convulsión. Deberías buscar un lugar tranquilo”. O acercarse a otro humano y decirle “Mi dueño está en apuros, me puede ayudar?”.
Todos los mensajes se pueden personalizar en función de la necesidad de quien viva con el perro. Actualmente, por ejemplo, el equipo de Jackson está trabajando con un chaleco específico para niños con TEA (Trastornos del Espectro Autista). Se adiestra a un perro para su uso específico y si percibe que habrá una reacción por parte del niño, se acercará a él y no solo lo intentará calmar con contacto físico, también podrá “hablarle” con aquellas frases que le calman habitualmente.
A los sensores de morder y tirar, el proyecto FIDO le suma otros como pulsar pantallas táctiles para hacer, por ejemplo, llamadas de emergencia, como explican en un artículo publicado en Journal on Technology & Persons with Disabilities
Aquí es cuando el trabajo de Jackson se cruza con el de Lisa Wallis, del Laboratorio de Perros Inteligentes de la Universidad de Viena. Wallis ha entrenado a más de 200 perros domésticos para tocar ciertas imágenes en una pantalla dependiendo de las emociones de los humanos. La conclusión del estudio, publicado en Pub. Med. es que “El número de posibilidades de entrenamiento cognitivo es ilimitado”.
Por último también se puede recurrir a la empresa FluentPet quienes utilizan un sistema de botones para dar a las mascotas una “voz”. Los botones se colocan en mosaicos hexagonales de diferentes colores, que agrupan diferentes tipos de palabras, como palabras de acción, objetos de oración, adjetivos y lugares.
El perro presiona estos botones para comunicarse con su dueño en frases de hasta cuatro palabras. Los dueños también presionan los botones para “responder” a las declaraciones del perro. A simple vista parece un truco de salón, pero sus creadores son doctores en ciencias cognitivas y en etología y aseguran que el sistema se basa en técnicas conductuales específicas.
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