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Esta es la tecnología que lleva un dron ruso de vigilancia Orlan-10 capturado por Ucrania

El Ministerio de Defensa de Ucrania ha publicado un vídeo en el que un soldado desmonta un UAV Orlan-10 que el ejército ruso emplea para reconocimiento y proporcionar información para el fuego de artillería

UAV Orlan-10.
UAV Orlan-10.La RazónCortesía de Mil.ru.

Junto a los ejemplos de superioridad tecnológica militar que el ejército ruso está mostrando en la guerra en Ucrania, también abundan las muestras de precariedad e improvisaciónque han ayudado a que lo que en un principio se preveía como una guerra relámpago lleve camino de alcanzar los dos meses y sin visos de terminar en el horizonte próximo. El último ejemplo de este tipo lo ha mostrado el Ministerio de Defensa de Ucrania en un vídeo en el que un soldado muestra un dron ruso de vigilancia estrellado en territorio de Ucrania.

Los drones están teniendo un papel relevante en el conflicto, no solo como herramienta de reconocimiento y vigilancia sino también ofensivo. El dron ruso que muestra el vídeo es un Orlan -10 que pertenece a la primera categoría y en él se puede comprobar qué tecnología emplea para obtener información que ayude a las posiciones de artillería rusas. La sorpresa es que no es exactamente “high tech” sino que, tal y como la califica en el vídeo el soldado, es una tecnología “pobre” para un dron militar.

Un soldado del ejército ucraniano desmantela la cámara del Orlan-10.
Un soldado del ejército ucraniano desmantela la cámara del Orlan-10.La RazónCortesía de Армія Inform.

El Orlan-10 es un vehículo aéreo no tripulado (UAV, por sus siglas en inglés) de fabricación rusa que tiene un coste de entre 87.000 y 120.000 dólares por unidad, según informaba la agencia de noticias ucraniana UNIAN en 2017.

Pertenece a la empresa Special Technological Center Ltd, con sede en Rusia, y emplea una casco y motor propios junto a electrónica procedente de Taiwán. “Rusia a menudo utiliza este modelo en Donbás para reconocimiento y ajuste del fuego de artillería”, señalaba UNIAN entonces.

El primer detalle sorprendente de este Orlan-10 reside en el depósito de combustible. La tapa es, ni más ni menos, que la de una botella de plástico de agua mineral cuyo cuello asoma ligeramente por el fuselaje del dron y cuyo tapón está sujeto con un alambre. Además, se puede apreciar cinta aislante cubriendo algunas partes del UAV.

El tapón del depósito de combustible es el de una botella de plástico de agua mineral.
El tapón del depósito de combustible es el de una botella de plástico de agua mineral.La RazónCortesía de Армія Inform.

Pero lo más importante de un dron de vigilancia es su sistema de reconocimiento. En este caso, se trata de una cámara lanzada en 2015 para el sector de la electrónica de consumo, la Canon EOS Rebel T6i (AKA 750D). Una cámara DSLR que proporciona imágenes con una resolución de 24,8 MP, salió al mercado hace siete años por un precio de 750 dólares y actualmente se puede encontrar en el mercado de segunda mano por entre 300 y 400 dólares, según informa PetaPixel. En España, puede adquirirse por un precio ligeramente por debajo de los 500 euros.

Imagen de producto de la Canon Rebel T6i (EOS 750D) que monta el orlan-10.
Imagen de producto de la Canon Rebel T6i (EOS 750D) que monta el orlan-10.La RazónCortesía de Amazon.

CNET, en su análisis del producto en 2015 la calificaba como una cámara de gama media para consumidores que resulta “una opción fiable para usuarios que quieran una cámara funcional capaz de manejar fotografías de mascotas, los partidos de fútbol de los chavales y las fotos de vacaciones”.

A esta cámara le acompañan otras dos lentes montadas sobre la misma placa y conectadas por detrás a una pequeña placa madre, sobre las que no se precisa mayor detalle.

La cámara está sujeta a la placa con velcro.
La cámara está sujeta a la placa con velcro.La RazónCortesía de Армія Inform.

Sin embargo, lo más llamativo no es que una cámara tan económica sea el “ojo” de un dron que puede alcanzar los 110.000 euros, sino la precariedad con la que está montada en el UAV. La cámara de Canon está sujeta a la placa que se acopla al cuerpo del dron con cinta de velcro y su dial está fijado con pegamento para evitar que pueda cambiar de modo de fotografía de forma accidental.