Aviación

Así es el “Hyper Sting”, el futuro de los vuelos comerciales supersónicos

Dentro de la gran variedad de proyectos para la realización de vuelos comerciales supersónicos, el conocido como “el Halcón Peregrino”, resalta entre los demás debido a la incorporación de varias tecnologías innovadoras

Diseño de Oscar Viñals del avión supersónico "HyperSting"
Diseño de Oscar Viñals del avión supersónico "HyperSting"La Razón

Si tuviéramos que hablar a día de hoy de vuelos comerciales supersónicos, no nos quedaría más remedio que hablar del Concorde, el primer avión civil supersónico que transportó, desde 1976 hasta 2003, pasajeros alrededor del mundo. El Concorde fue una pieza de ingeniería revolucionaria, fruto de la noble tarea del ser humano de romper los límites de lo establecido, pero generó demasiadas emisiones en el medio ambiente, demasiado ruido en nuestras comunidades y era demasiado caro para operar. Sin embargo, una nueva era de vuelos supersónicos podría estar a la vuelta de la esquina, aunque todavía quedan desafíos por superar cuando se trata de volar más rápido que la velocidad del sonido.

En este sentido, el “Hyper Sting”, comúnmente conocido como “elHalcón Peregrino”, resalta entre los demás proyectos públicos y privados del mercado aeroespacial debido a la incorporación de soluciones innovadoras, como una nueva geometría de fuselaje, un nuevo sistema para reducir las explosiones sónicas, un nuevo sistema para crear energía para el avión, un nuevo concepto de motores, nuevos dispositivos aerodinámicos, capaces de generar energía por sí mismos y, por último, un nuevo sistema de guía.

El diseño

El avión cuenta con una longitud de 100 metros, una envergadura de 51 metros y se espera que pueda transportar hasta 170 pasajeros, una capacidad similar a la de un Airbus A320, uno de los aviones más comúnmente utilizados por las principales aerolíneas. Este avión supersónico es capaz de alcanzar Mach 3,5 y cubrir largas distancia. Por ejemplo, podríamos realizar un viaje de Nueva York a Sydney en algo menos de cuatro horas y media o de Los Ángeles a París en dos horas y media.

El fuselaje del “Hyper Sting”, diseñado por Oscar Viñals, tiene forma de “gran aguijón” para controlar el flujo de aire frontal y redistribuir sobre la parte central y las alas los diferentes frentes de onda. Asimismo, gracias a su sistema de propulsores, de 16 unidades, ubicados en el “morro” del avión y que son controlados por inteligencia artificial, se podría controlar y reducir el efecto sónico.

Otro de sus puntos a favor es la reducción en el consumo de energía y por tanto de las emisiones, ya que las cantidades de combustible que se utilizarían para propulsar el avión serían bajas debido a su “núcleo” de fusión fría. Además, según el diseño, podría tener otro motor, ubicado en la parte trasera del fuselaje, que generaría un “empuje cohete” para asistir a los motores principales del avión a velocidad supersónica. Por último, el “Hyper Sting” contaría con células solares de puntos cuánticos (QDSC), ubicadas en la parte superior del fuselaje y dentro de las ventanas, pudiendo así generar suficiente energía eléctrica para los dispositivos de los pasajeros y algunos subsistemas del avión.