Informe

El lamentable estado de los aviones militares de Estados Unidos: la mayoría no están listos para el combate

Un informe del organismo de control de cuentas del Gobierno (GAO), examinó 49 aeronaves: solo cuatro cumplieron su meta anual de capacidad de cumplir con sus misiones, incluyendo F-35 o F-22

Una formación de aviones F-35 Lightning II de la Fuerza Aérea de EEUU asignados a la 354th Fighter Wing
Una formación de aviones F-35 Lightning II de la Fuerza Aérea de EEUU asignados a la 354th Fighter WingA1C JOSE MIGUEL TAMONDONG/U.S AI / ZUMA PRESS / COA1C JOSE MIGUEL TAMONDONG/U.S AI

Sin duda, la fuerza aérea de Estados Unidos es la más poderosa del mundo. Tanto por la cantidad como por la calidad de sus aparatos, hoy por hoy no tiene rival, pese a los esfuerzos de China por acercarse y al potencial de Rusia. Y, además, la USAF tiene bases aéreas desplegadas por todo el mundo y 11 portaaviones capaces de desplegar todo el potencial de fuego de sus cazas de última generación en cualquier lugar del globo.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y, más allá de los oropeles de sus cazas de quinta generación como el F-35 o el F-22, de sus superbombarderos, del nuevo B-21 presentado ayer... la fuerza aérea estadounidense también tiene, como cualquier país, problemas presupuestarios que difícilmente alcanzan para mantener semejante arsenal y sus correspondientes bases militares, pagar al personal o llevar a cabo el mantenimiento.

El Government Accountability Office (GAO), la oficina gubernamental que vigila cómo se gasta el dinero de los contribuyentes y llamada con frecuencia “perro guardian” del Congreso, realizó un informe presentado el pasado mes de noviembre en el que analizaba cuántos aviones de los que disponen las fuerzas armadas de Estados Unidos están realmente listos para despegar y completar misiones militares.

El trabajo analiza, entre los años fiscales de 2011 a 2021, 49 modelos de las aeronaves (aviones y helicópteros) que forman parte del arsenal militar estadounidenses incluyendo la Fuerza Aérea, la Marina de Guerra, el Ejército de Tierra y el Cuerpo de Marines, y los resultados no dejan en muy buen lugar al Departamento de Defensa: solo cuatro modelos cumplieron con sus objetivos anuales de preparación para llevar a cabo sus misiones, habiéndose detectado además que la situación, lejos de mejorar, se ha ido agravando con el paso de los años.

Según las normas que rigen para las fuerzas armadas estadounidenses, por lo menos el 80% de las aeronaves, entre cazas, helicópteros, bombardeos y otro tipo de equipo tendrían que estar listos para volar en cualquier momento para atajar cualquier contingencia, pero esto está lejos de conseguirse. El informe desvela, además, que los más fiables resultaron los helicópteros UH-1N Huey, que está en servicio desde los años sesenta y dejó de fabricarse en 1974.

Los funcionarios entrevistados durante la realización del informe adujeron como razones de esta situación el envejecimiento de los propios aviones, los desafíos del mantenimiento y los problemas para obtener piezas y suministros.

También se ha evaluado el coste de mantener en perfecto estado estas aeronaves, que varía en función del tipo y antigüedad de cada tipo, el tamaño de la flota y la cantidad de horas de vuelo.

La GAO examinó 49 aeronaves y descubrió que solo cuatro cumplieron su meta anual de capacidad de cumplir con sus misiones en la mayoría de los años analizados (2011 a 2021); 26 no alcanzaron su meta anual de capacidad en ningún año.

Situación de los aviones de guerra de Estados Unidos
Situación de los aviones de guerra de Estados UnidosLa Razónfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@40deb465

Entre los aviones y helicópteros analizados, tanto de la Armada como de la Fuerza Aérea, están los principales y más modernos modelos en servicio: los cazas F-35, F,15, F-16, F-22 o F-18, tanto en sus versiones normales como las que sirven desde portaaviones para la US Navy, así como bombarderos B-52, B-1 o B-2; de transporte como el KC-130 Hércules en sus distintos modelos o helicópteros como el CH-47F Chinook.

Además, al comparar 2011 con 2021, la tasa promedio de capacidad de misión para el avión seleccionado ha disminuido para la Fuerza Aérea, la Armada y el Cuerpo de Marines, en diversos grados. Así, en 2021 la GAO descubrió que solo dos de los 49 aviones examinados cumplieron con el objetivo de capacidad de misión establecido por el servicio. Más específicamente, para el año fiscal 2021, 30 aviones estuvieron más de 10 puntos porcentuales por debajo de la meta de capacidad de misióny 17 aviones estaban 10 puntos porcentuales o menos por debajo del objetivo de capacidad de misión en el año fiscal 2021.

Muchos de los aviones seleccionados enfrentan uno o más desafíos de mantenimiento. Según los funcionarios del programa, estos desafíos tienen un efecto en las tasas de capacidad de misión.

A lo largo de todo el periodo analizado, los costes tanto operativos como de soporte de las aeronaves de las fuerzas armadas se han ido reduciendo. Así, el último periodo completo, 2020, el gasto fue de 54.000 millones de dólares, 2.900 menos que en 2011, descontada ya la inflación. Sí cabe reseñar aquí que mientras que el presupuesto en estas partidas de la Fuerza Aérea y del Ejército de Tierra han disminuido, los de la Marina y el propio Cuerpo de Marines han aumentado.

El Departamento de Defensa (DOD) gasta decenas de miles de millones de dólares anualmente para mantener sus sistemas de armas en un esfuerzo por garantizar que estos sistemas estén disponibles para respaldar simultáneamente las operaciones militares actuales y mantener la capacidad para cumplir con los requisitos de defensa futuros. Este informe proporciona observaciones sobre las tarifas y los costes necesario para llevar a cabo las misiones previstas y mantener los 49 modelos de aeronaves de ala fija y giratoria en el Ejército, la Armada, la Infantería de Marina y la Fuerza Aérea.

La GAO inició este trabajo en respuesta al interés continuo en la disponibilidad operativa y los costos de O&S para los principales sistemas de armas. También iniciamos este trabajo como parte de nuestra respuesta a una disposición en la sección 802 de la Ley de Autorización de Defensa Nacional William M. (Mac) Thornberry para el año fiscal 2021 para que la GAO informe sobre las revisiones de sostenimiento realizadas por los servicios militares, con un enfoque específico en el crecimiento de los costos de O&S. Además de este informe, la GAO planea emitir informes adicionales en respuesta a la disposición. La GAO revisó la documentación y entrevistó a los funcionarios de la oficina del programa para identificar las razones de las tendencias en las tasas de capacidad de la misión y los costos de O&S, así como cualquier desafío en el mantenimiento de la aeronave.

Cabe reseñar que otro informe de abril de este mismo organismo independiente que vigila cómo se gasta el presupuesto estadounidense se centraba en el F-35, el avión de combate más avanzado del mundo y por el que suspiran muchos países, incluido España, y el resultado era más que preocupante.

Así, según reza esta auditoría, “el F-35 continúa sin cumplir sus objetivos” entre otras cosas porque sus tasas de confiabilidad y mantenibilidad han ido cayendo y una de las claves de que el avión no esté listo para llevar a cabo las misiones que tiene encomendadas “han sido los problemas del motor, como se discutió en el borrador del informe de la GAO”.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha comenzado a implementar planes plurianuales para mejorar el motor, puesto que cuando se realizó el informe el 6% de los F-35 no podían operar debido a estos problemas, mientras que en otros aviones de combate esta tasa es de menos del 1%.

El trabajo anterior y en curso de la GAO muestra que el Departamento de Defensa también se enfrenta a muchas incertidumbres al decidir el futuro del mantenimiento del F-35.

El avión F-35, con sus capacidades avanzadas, representa una parte cada vez mayor de la flota de aviación táctica del Departamento de Defensa. De hecho, el plan es adquirir casi 2.500 F-35 con un costo estimado de 1,3 billones de dólares en el ciclo de vida asociado con la operación y el mantenimiento de la aeronave.