Qué es ChatGPT, la IA conversacional que está revolucionando Internet y puedes usar ya mismo

El pasado 30 de noviembre OpenAI lanzó la nueva versión de su inteligencia artificial conversacional ChatGPT, la 3.5. En sólo cinco días alcanzó un millón de usuarios mientras las redes se llenaban de todo tipo de ejemplos de las capacidades de este chatbot que está a años luz de los que estamos acostumbrados a interactuar en, por ejemplo, servicios de atención al cliente.

¿Qué puede hacer? ChatGPT da definiciones y resuelve dudas que normalmente se buscarían en Google dando la información mascadita y con suficiente naturalidad como para hacerlo pasar por una respuesta humana, puede escribir tutoriales, poesía, guiones, ensayos y chistes, entre otros contenidos, y resuelve y explica problemas matemáticos. También es capaz de programaren una variedad de lenguajes informáticos, depurar código, detectar vulnerabilidades de seguridad en él y ofrecer soluciones a problemas de programación, traducir, redactar contratos legales básicos y hay quien incluso la ha utilizado para negociar con el servicio de atención al cliente de Adobe y conseguir descuentos en sus servicios. La lista crece conforme pasan los días y los usuarios encuentran más formas de sacarle partido.

ChatGTPT es una inteligencia artificial diseñada para imitar el lenguaje y la conversación humana que ha sido entrenada con una inmensa cantidad de datos, que son la base de su conocimiento y lo que le permite adentrarse en tantas áreas diferentes, mientras aprendía a asociar palabras, frases y conceptos. Muy simplificadamente, los modelos de lenguaje elaboran una respuesta calculando las probabilidades de que una palabra siga a otra en función de multitud de parámetros, 175 millones en el caso de ChatGPT. Lo que ha conseguido OpenAI con ChatGPT es una interfaz que trabaja con una naturalidad sorprendente sobre una inmensa variedad de áreas y ofrece resultados, en muchos casos, al nivel de una persona con esos conocimientos.

En una conversación con un usuario, ChatGPT recuerda las preguntas y respuestas anteriores, hasta un máximo de 3.000 palabras, lo que le permite hilar y mantener una conversación de forma fluida. También contextualiza la información, puede admitir errores, cuestionar premisas incorrectas que el planteen y rechazar solicitudes inapropiadas, según explica la compañía.

Si le preguntamos a ChatGPT por ella misma nos explica que es “un modelo de lenguaje de OpenAI que se ha entrenado para simular la conversación humana. Funciona utilizando técnicas de aprendizaje automático y procesamiento del lenguaje natural para generar respuestas a preguntas y mantener conversaciones de manera similar a un ser humano. Para hacerlo, ChatGPT analiza el texto de entrada que se le proporciona y utiliza su conocimiento previo y su capacidad para entender el contexto y el significado de las palabras para generar una respuesta apropiada. ChatGPT puede utilizarse en una variedad de aplicaciones, como chatbots, asistentes virtuales o juegos de conversación. Sin embargo, tenga en cuenta que como es un modelo de lenguaje entrenado por computadora, sus respuestas pueden no ser siempre precisas o confiables”.

Esto es importante porque pese al entusiasmo que está levantando en la comunidad tecnológica, tiene limitaciones. Todos los datos con los que ha sido entrenada son anteriores a 2022, por lo que preguntarle por temas de actualidad es un ejercicio inútil. También puede dar respuestas que suenen plausibles pero sean incorrectas y tiene filtros para evitar temas, digamos, sensibles. Stack Overflow, la popular web de preguntas y respuestas para desarrolladores ha prohibido su uso en ella tras considerar que su tasa de aciertos es demasiado baja y genera más perjuicio que beneficio, aunque parezcan correctas en un primer vistazo. También tiene particularidades como decir que no tiene respuesta a una pregunta para después darla a la misma cuestión con una ligera reformulación.

2022 está siendo un año sorprendente en el campo de la inteligencia artificial y en el que se han popularizado las de creación de imágenes a partir de texto como DALL-E, también de OpenAI, o Stable Diffusion, han dado impresionantes pasos hacia adelante las de creación de vídeo a partir de texto (Make A Video de Meta e Imagen Video de Google) y han destacado otras en campos tan dispares como la programación (AlphaCode de DeepMind), la generación de sonidos a partir de texto (Audiogen) o la escritura de guiones (Dramatron de DeepMind), entre otras.

ChatGPT, que está todavía en desarrollo y sigue aprendiendo de las interacciones que tiene con los usuarios desde que OpenAI la lanzó, ha conseguido destacar sobre todos ellas en muy pocos días por su facilidad de uso,la naturalidad y calidad de sus resultados e interacciones y su disponibilidad. Es gratis, es rápida, puede usarse en una amplia variedad de idiomas, incluido el español, y también puede integrarse con webs y aplicaciones.

Pero no va a mantenerse siempre como una herramienta gratuita. Sam Altman, CEO de OpenAI, ya ha señalado en Twitter que “tendremos que monetizarlo de alguna manera en algún momento; los costos de computación son para llorar”. Por el momento, hay barra libre para la creación de todo tipo de contenidos en texto.