Combates

Así es el sistema acústico-térmico “Penicilina”, el “antídoto” ruso contra los HIMARS de Estados Unidos

Moscú despliega un dispositivo que no emiten ondas de radio pero detectan la artillería enemiga a través de una combinación de calor y reconocimiento sónico en lugar de radares

Si por algo está destacando la guerra en Ucrania desatada tras la invasión llevada a cabo por Rusia el pasado mes de febrero es por haberse convertido en un campo de pruebas de nuevas armas, como antes lo fueron Afganistán o Siria, tanto para el Krimlin como para Estados Unidos.

En este caso ha sido Rusia la que desplegado un nuevo sistema conocido como 1B75 “Penicilina”, un sistema de reconocimiento de artillería por sonido, presentado en el salón “Army-2018, llamado a convertirse en el principal enemigo de la artillería pesada estadounidense. Este dispositivo utiliza tecnología de radar para capturar la trayectoria de los proyectiles voladores, que está determinada por la ubicación del arma. El sistema ruso utiliza cuatro localizadores de sonido acústico-térmicos 1B76, una gran “plataforma de estabilización” y un “módulo óptico-electrónico”. La inclusión de seis cámaras de imagen térmica de tiempo completo contribuye a la clasificación de datos a alta velocidad

Según una nota hecha pública por la agencia rusa Ria-Novosti, este sistema de reconocimiento térmico y sonoro ya ha sido entregado al Ministerio de Defensa de Rusia y se utilizará para el combate contra las baterías artilleras, aunque ya se ha probado con eficacia en este mismo conflicto en anteriores ocasiones. Los informes, siempre según fuentes rusas, aseguran que estos dispositivos “ya ha demostrado su eficacia contra la artillería de la OTAN en Ucrania”, refiriéndose a una exitosa contramedida contra las municiones de artillería suministradas a Ucrania por sus aliados.

La entrega del nuevo lote responde a la orden de Vladimir Putin de aumentar la producción y el suministro de armas al ejército ruso para asegurar las operaciones militares en Ucrania. De hecho, se trataría de la respuesta de Moscú al HIMARS MLRS suministrado por Washington. Los sistemas acústico-térmicos rusos no emiten ondas de radio pero detectan la artillería enemiga a través de sensores sísmicos y acústicos. El fabricante, la compañía rusa Ruselectronics, dice que el sistema está diseñado para contrarrestar posiciones de fuego de artillería, morteros, MLR, antiaéreos o misiles tácticos enemigos.

El sistema consta de dos vehículos sobre chasis KAMAZ: un vehículo de reconocimiento de rango de sonido y un vehículo de reconocimiento acústico-térmico. Según la variante de suministro, el sistema puede incluir desde dos (un vehículo de cada tipo) hasta seis vehículos. El sistema en sí es una pluma telescópica en la que se monta un conjunto de sensores 1B75. Por separado, varios receptores sísmicos y acústicos terrestres están dispersos en el suelo. De acuerdo a las características tecnológicas del sistema “Penicillin”, opera en un radio de acción de hasta 40 kilómetros, pudiendo trabajar de manera totalmente autónoma sin necesidad de tripulación.

“A diferencia de la mayoría de los sistemas similares, Penicillin detecta la artillería enemiga con una nueva combinación de calor y reconocimiento sónico en lugar de radares, y esto hace que su interferencia sea imposible. El sistema detecta señales acústicas y térmicas de disparos y explosiones, identifica las coordenadas exactas de armas, y las presenta en un mapa digital. Obtener las coordenadas de un solo objetivo lleva menos de 5 segundos”, dice el director industrial de Rostec, Bekhan Ozdoev.

https://youtu.be/GbB5MY6_oKU

Se trataría de una tecnología que solo posee Rusia por el momento, por lo que estamos ante un arma de nueva generación. Fue desarrollado en 2017, probado en 2018 y en 2020 entró oficialmente en servicio con el ejército ruso.

El sistema de reconocimiento también puede detectar cohetes y sistemas de defensa aérea y es capaz de registrar ondas acústicas e infrarrojas. Esto proporciona al operador coordenadas precisas para identificar las posiciones de disparo del adversario. El tiempo necesario para localizar un único objetivo no supera los cinco segundos.

Otra gran ventaja de este moderno sistema es que no depende de las ondas de radio, lo que la hace inmune a la guerra electromagnética e imposible de detectar por medios radiotécnicos. El hardware fue desarrollado y producido por la empresa de I+D ‘Vektor’, que forma parte del holding estatal ruso Ruseletronics.