Así es el carro de combate Altay, con el que Turquía quiere competir con los mejores tanques del mundo

Turquía tiene claro que no quiere quedarse atrás en la carrera armamentística y que no quiere depender de otros países, por lo que ha apostado por desarrollar su propia armamento implicando en ello a la industria nacional. Fruto de esta política son los drones que han estado en boca de todos durante la guerra de Ucrania, el caza de quinta generación TAI TF-X, desarrollado por la compañía Turkish Aerospace Industries (TAI) y que salió de su hangar el pasado 18 de marzo; los helicópteros de Reconocimiento y Ataque Táctico como los T129 ATAK de la empresa turca TAI, el fusil de asalto MPT-76, producido por MKEK; el radar Mildar para helicópteros y UAV; el blindado de transporte de tropas Kirpi o el misil antitanque UMTAS, diseñado en principio para el helicóptero ATAK pero que se podrá integrar en otras plataformas.

A todas estas iniciativas se une la del carro de combate Altay, fabricado por un consorcio de empresas turcas y que podría estar operativo el próximo año. Su objetivo es mirar de tú a tú a los mejores carros del mundo como los Abrams estadounidenses, los Leopard alemanes; los T-90 o T-14 Armata rusos; el Merkava Mk.4 israelí o el K2 Black Panther surcoreano.

El Subsecreteriado para las Industrias de la Defensa decidió crear el "Carro de Combate Nacional" con el objetivo de unificar los esfuerzos de la industria militar turca alrededor de una meta común, así como proveer a las fuerzas armadas del país con un nuevo y renovado poder de fuego extra representado en este carro de combate.

El nuevo carro Altay incorpora un cañón de calibre 120 mm L55 de ánima lisa; tiene capacidad de disparar munición guiada por láser y puede almacenar hasta 40 proyectiles; una ametralladora calibre 7,62 mm está montada coaxialmente a la izquierda del armamento principal; una estación de armas controlada a distancia está montada en la parte superior de la torreta y lleva también ocho lanzadores de granadas de humo en cada lado superior trasero de la torreta, un lanzagranadas y un sistema de seguimiento automático de objetivos.

La velocidad máxima planeada se estima en 65 kilómetros por hora en carretera, gracias a una motorización de al menos 1800 HP de fuerza (el primer lote poseerá inicialmente una motorización con una fuerza motriz de 1500 HP), y su diseño le permitirá vadear corrientes y cursos de agua de hasta 4'1 metros de profundidad.

Este carro de combate se beneficiará de los avances localmente desarrollados en cuanto a sistemas electrónicos y tecnologías de blindajes nacionales y surcoreanas del K2 Black Panther, gracias al acuerdo firmado con el gobierno de Corea del Sur. Las motorizaciones candidatas son las desarrolladas por la firma alemana MTU Friedrichshafen y el nuevo paquete de motorización surcoreano, que no se verá en este carro, ya que aún está en la fase de diseño. Los dos primeros lotes estarán motorizados por motores de 1500 HP de la planta germana de MTU, y posteriormente se pretende que el resto estén equipados con sistemas de impulsión provistos localmente, y que den un máximo de al menos 1800 HP.

Su tripulación es de cuatro personas: un comandante de tanque, un artillero, un cargador y el conductor, que está sentado en la parte delantera central. El acceso se realiza a través de una tapa de escotilla de una sola pieza que se abre hacia la derecha.

La empresa turca Roketsan fue la elegida para desarrollar el paquete de armadura modular mediante transferencia de tecnología también a través de la surcoreana Hyundai Rotem. Roketsan ha tenido la responsabilidad del diseño y desarrollo del sistema de armadura, para lo que ha establecido una infraestructura de protección balística completamente nueva que cuenta con tecnologías actualizadas de diseño, producción y prueba reunidas para soluciones de protección de vehículos blindados ligeros y pesados.

Contará con un chasís extrafuerte similar al del surcoreano K2 Black Panther; con el cual comparte el diseño básico de la barcaza, aunque la torreta es diseño turco hecho por Aselsan y cuenta con un sistema FCS Volkan-III de diseño modular. El número de ruedas impulsoras se ha incrementado a siete, lo que se traduce en un casco más largo, un blindaje más pesado y el incremento de las capacidades de supervivencia, entre las que se incluyen un sistema de protección activa AKKOR provisto por la empresa local Aselsan; un sistema de detección y advertencia de láser, de amenazas nucleares y químicas y un sistema de soporte vital. Se le ha dotado también de un blindaje contra minas.

Como contratista principal dentro del alcance del programa, BMC producirá 250 carros de combate principales ALTAY y los entregará a las Fuerzas Armadas de Turquía. Cerca de 200 subcontratistas, en su mayoría empresas locales, participan en el proyecto. Se espera construir un total de al menos total 1.000 carros de combate en cuatro tranches separadas de 250 unidades cada una. Se espera que cada lote entregado pueda ser actualizado si hay paquetes de actualización disponibles.

Según se desprende un acto de supervisión del carro por parte del Ejército turco el pasado 23 de marzo, se anunció que las primeras unidades del Altay serían entregadas a finales de abril o principios de mayo. Estas primeras unidades formarían parte de un primer paquete para ser sometidos a pruebas, que se pueden prolongar al menos hasta 2025, tiempo en el que se irán realizando los ajustes necesarios para iniciar la producción en serio de los tanques.