Tecnología

Un astronauta español cuenta cómo es entrenar en 'la centrifugadora' y soportar fuerza 6G

Pablo Álvarez Fernández es uno de los 17 candidatos a astronauta seleccionados por la Agencia Espacial Europea en 2022

Centrifugadora de 8 metros de diámetro en el Laboratorio de Instrumentación de Ciencias físicas y de la Vida de la ESA.
Centrifugadora de 8 metros de diámetro en el Laboratorio de Instrumentación de Ciencias físicas y de la Vida de la ESA.ESA.

La Agencia Espacial Europea, ESA por sus siglas en inglés, anunció a finales de 2022 los 17 nuevos candidatos a astronautas que elegía tras 13 años sin hacerlo. Entre ellos se encontraba el español Pablo Álvarez Fernández, entonces de 34 años, licenciado en ingeniería aeronáutica por la Universidad de León y con un máster en ingeniería aeroespacial por la Universidad de Tecnología de Varsovia. El grupo, en el que se encuentra la también leonesa Sara García Alonso, fue seleccionado entre 22,500 aspirantes y comenzó su entrenamiento en el Centro Europeo de Astronautas en Colonia, Alemania. Tras los primeros 12 meses sigue otro periodo de entrenamiento centrado en la Estación Espacial Internacional y, posteriormente, el último en torno a una misión ya asignada.

Un aspecto de estos entrenamientos es que los astronautas deben acostumbrarse a experimentar una fuerza G o gravitacional muy elevada, especialmente en la reentrada en la atmósfera, que puede llegar hasta los 8G si el módulo realiza un descenso balístico, aunque habitualmente se mueve en torno a los 4,5G.

Para soportarlas, los aspirantes entrenan con máquinas conocidas como centrifugadoras que recrean la fuerza G a la que se someten durante un despegue y vuelo espacial. Álvarez ha tenido su primer entrenamiento con ella y ha relatado su experiencia en X, antes Twitter, que califica como 'muy intensa'.

Al ser un primer contacto, Álvarez no experimentó una fuerza gravitacional superior a 6G, seis veces la gravedad de la Tierra, aunque espera llegar en próximas sesiones al entorno de los 8-9G. Explica que permaneció 15 minutos dentro de la centrifugadora durante los cuales sintió 'una gran presión en el pecho y en la cabeza, como si me aplastaran con una tonelada de peso, y respirar se hace difícil'.

En el vídeo publicado por el astronauta se puede ver cómo está tumbado dentro de la cápsula y que esta gira sobre sí misma además de desplazarse a gran velocidad. Una de las cosas que más le ha llamado la atención de su paso por la centrifugadora es que cuando desacelera 'sientes que estás dando volteretas hacia adelante. Es un efecto normal por cómo reacciona el sistema vestibular, pero quizás es una de las peores sensaciones de toda la experiencia'.

A la pregunta de otro usuario de si acaba mareado por las vueltas, responde afirmativamente. Cuando desaceleras 'todo te da vueltas' y una vez fuera de la centrifugadora 'en cuanto te pones de pie, notas el mareo'. Durante el entrenamiento, se simuló un lanzamiento, una reentrada y una reentrada de emergencia.