Un chico se reúne con su perra fallecida a través de la realidad virtual

En un mundo cada vez más interconectado por la tecnología, los usuarios están explorando nuevos horizontes a través de las réplicas virtuales de sus seres queridos, especialmente de sus mascotas, gracias a los avances en inteligencia artificial y chatbots. Este fenómeno ha sido evidenciado por un usuario llamado Daniel.exe, también conocido como @Wolkwhisky en X (Twitter), quien ha compartido su conmovedora experiencia al recrear a su perra Sam, fallecida hace siete meses, en el mundo virtual.

Utilizando herramientas como RealityCapture y RealityScan, Daniel pudo escanear en 3D a Sam y crear una réplica virtual de ella. Aunque no puede tocarla, encuentra consuelo en poder verla en tamaño natural y visitarla a través de una escena en la playa que él mismo creó en Unreal Engine en RV (realidad virtual). Este caso ha generado asombro y emoción entre otros usuarios, algunos de los cuales también han decidido preservar los recuerdos de sus mascotas de esta manera única y novedosa.

Sin embargo, este avance tecnológico plantea preguntas éticas y emocionales profundas. ¿Hasta dónde llega la línea entre lo real y lo virtual? ¿Es ético recrear a seres queridos, incluso si solo existe en el mundo digital? ¿Estamos emocionalmente preparados para enfrentar estas experiencias que desafían nuestra comprensión tradicional del duelo y la pérdida?

El caso de Daniel y su perra Sam es solo un ejemplo de cómo la tecnología está permitiendo a las personas trascender las barreras físicas y explorar nuevas formas de conexión emocional en un mundo digital en constante evolución.