Creando la “realidad”

Se puede crear una extraordinaria irrealidad totalmente verosímil que puede ser utilizado de modo torticero

La Inteligencia Artificial está eclosionando de manera que podríamos llenar páginas enteras de este diario hablando de ella. Para comenzar, existen distintas definiciones y aproximaciones de la misma y, por otro lado, esta disciplina ya contiene un abanico muy amplio de ramas del conocimiento. Entre éstas se encuentran el reconocimiento de voz y técnicas del lenguaje natural, así como las de tratamiento de imágenes. Centrémonos “simplemente” en ellas.

Relativo al tratamiento de imagen, hasta hace poco estaba bastante desarrollado el reconocimiento de la misma con algoritmos, más o menos sofisticados, y con una precisión alta. El salto actual es la “creación” de la misma mediante las Redes Generativas Antagónicas (conocidas por su acrónimo en inglés como GAN) que es una técnica, un algoritmo de Inteligencia Artificial que posibilita generar imagen inexistente con una apariencia absolutamente real y, en concreto, con imágenes faciales puede “crear “individuos artificiales” difícilmente distinguible de los reales.

Por otro lado, todos hemos experimentado las conversaciones con máquinas a través de la línea telefónica que emulan y reconocen la voz humana. Hoy en día, estos “agentes telefónicos” están tan logrados que se hace prácticamente imperceptible distinguir que el que está al otro lado de la línea telefónica es una persona o una máquina. El sonido ya no es metálico, sino que modula la voz casi como un humano y las expresiones se entrenan para un entorno adquiriendo un vocabulario y modismos específicos que lo expresan todo... ¡hasta los sentimientos!

Introduzcamos todo esto en una coctelera y agitemos, veamos, ¿qué es lo que puede salir? Se puede crear una extraordinaria irrealidad totalmente verosímil que puede ser utilizado de modo torticero suplantando personalidades, poniendo en boca de uno palabras que nunca ha pronunciado, etc.; es decir, generando los famosos vídeos “Deep fakes” que no son más que videos falsificados con un “hiperrealismo ficticio”.

En definitiva, podemos fundir y confundir la realidad con la ficción. ¡¿No estaremos creando una nueva realidad?!