¿Cuántos carros de combate tiene el Ejército español y cuáles son?

La guerra en Ucrania ha puesto patas arriba las fuerzas armadas de los países europeos. De repente, todos los gobiernos han sido conscientes de algo que ya sabían pero trataban de esquivar: la importancia de mantener una fuerte inversión en Defensa, necesaria para que, llegados a situaciones como la actual de conflicto, no seamos tan dependientes de Estados Unidos.

En el poco más de un año que ha transcurrido desde el inicio de la invasión rusa del territorio ucraniano ha disparado los presupuestos militares, incluido el de España, aunque aún se sitúa lejos de ese 2% sobre el PIB que todos los países de la OTAN deberían cumplir. La certeza de que el peligro de una guerra cerca de nuestras fronteras es real y de que hay que estar preparado para ello y la cesión de armamento a Ucrania ha llevado a buena parte de las naciones europeas a reforzar sus arsenales y a tratar de sustituir lo que se entrega a Ucrania, como es el caso de los carros de combate Leopard o Challenger 2.

La petición de Ucrania de carros Leopard atañía formalmente a España y a otros 11 países con este modolo de carros de combate entre los que estaban Finlandia o Polonia, algunos de los cuales ya se habían mostrado dispuestos a entregarlos. Todos dependían del visto bueno de Alemania, como país fabricante del vehículo.

Pero, cuantos carros de combate tiene realmente nuestro país y cómo están el resto de países. España tiene una de las flotas más grandes de Leopard de Europa en dos versiones: Leopard 2E, una de las más modernas del carro, y Leopardo 2A4. Dispone en total de 347 carros de este modelo, aunque no todos están en servicio. Al menos medio centenar de 2A4 se encuentran inoperativos desde hace algunos años y en mal estado, algunos de los cuales son precisamente los 10 que se están arreglando para ser entregados a Ucrania, una cifra que podría crecer en el futuro.

La Fuerza Terrestre opera 239 carros Leopardo de la versión 2E repartidos en las brigadas mecanizadas Extremadura (Bótoa, Badajoz), Guadarrama (El Goloso, Madrid), Guzmán el Bueno (Cerro Muriano, Córdoba) y Aragón (Zaragoza). Del total, 219, son carros de línea; 16 de recuperación y cuatro carros escuela.

Un pequeño grupo de Leopardo 2E está desplegado fuera de España. Desde 2019, el Ejército de Tierra tiene media docena de estos carros en la misión Presencia Avanzada Reforzada de la OTAN en Letonia. En concreto, en la base de Adazi donde se encuentra el grueso del contingente español desplegado en esta operación.

Además, el Ejército cuenta con 108 carros de combate Leopard de la variante 2A4, más antigua. Este lote primero fue alquilado en 1995 a Alemania para formar las tripulaciones de los futuros Leopardo 2E y después comprado en 2006, por medio de un acuerdo con el Gobierno alemán por el que España desembolsó casi 17 millones de euros en anualidades hasta 2016.

La mitad de estos carros están en servicio en los regimientos de caballería Montesa y Alcántara de las comandancias de Ceuta y Melilla. Desde 2012, prácticamente la otra mitad -53 carros de combate- están almacenados en las instalaciones de la Agrupación de Apoyo Logístico nº 41 (Aalog 41) en el polígono de Casetas en Zaragoza.

Actualmente, al contrario que otros países, España no parece tener intención de aumentar el número de carros de combate que operan las fuerzas armadas. El caso más claro es el de Polonia, un país que ha decidido, ante su cercanía con la frontera ucraniana y con Rusia, rearmarse para hacer frente a un posible conflicto con Moscú. Es el país que más tanques está suministrando a Kiev (280 T-72M y 14 Leopard 2A4 ), pero también es el país que más ha decidido rearmarse: se ha comprometido a adquirir casi 1.400 carros de combate más: comprará 366 Abrams estadounidenses; 180 K2 fabricados en Corea del Sur y, además, va a producir localmente otros 800 más de la mano de la surcoreana Hyundai Rotem.

Italia tiene previsto adquirir 125 Leopard 2A7+ y va a modernizar 125 de sus carros Ariete; Noruega, Lituania, Rumania o Chequia también han comprado en torno a medio centenar de Leopard cada uno.

Otros vehículos ligeros

Es cierto que España se halla actualmente inmersa en el programa de adquisición de 348 vehículos blindados 8x8 Dragón, que podrían llegar a cerca de un millar en futuras etapas, pero a pesar de sus características y su armamento (cañón de 300 mm, adaptable a 40 mm, MK 44 Bushmaster II; ametralladora de 7,62 mm; 12 tubos lanza artificios y un lanzador de misiles de dos tubos anti carro Spike LR), está muy lejos de ser equiparable a un carro de combate, como tampoco lo son los 84 vehículos cazacarros sobre ruedas B1 Centauro (denominados Vehículo de Reconocimiento y Combate de Caballería), que aunque sustituyeron a los viejos tanques M-60, no pueden ser definidos como tales, pues sus capacidades son muy inferiores en cuanto a movilidad campo a través, potencia de fuego y protección. Aun así, están dotados de un cañón Oto Melara giroestabilizado, de alta presión y bajo retroceso de 105/52 mm con camisa térmica y freno de boca y una ametralladora de 7,62 mm, frente al cañón de 120 mm del Leopard 2E. Es capaz de hacer fuego con mucha precisión entre 1.200 y 1.400 metros y, en caso necesario, también entre 2.500 y 3.000, pues permite utilizar munición "flecha" (APFSDS).

El otro elemento del Ejército de Tierra es el vehículo blindado de combate sobre orugas Pizarro, de los que existen en torno a 260 en sus distintas versiones, de los que algo más de 200 son vehículos de combate de Infantería/Caballería. Se trata de un desarrollo conjunto entre la compañía austriaca Steyr-Daimler-Puch AG y la española Santa Bárbara Sistemas, dentro de la familia ASCOD. Monta un cañón de 30 milímetros y una ametralladora de 7,62. De este vehículo se realizó una versión mejorada, más grande y más protegida.

Además, del Pizarro se está actualmente trabajando en una versión para zapadores, denominada Castor, del que se construirán unas 36 unidades.