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Estas son las precauciones que debes tomar antes de instalar un APK en tu móvil Android
Las apps de Google Play no están exentas de riesgos, pero descargarlas e instalarlas desde terceros puede aumentarlos

Un APK (siglas de Android Application Package) es un formato de archivo que se usa para distribuir e instalar software en teléfonos inteligentes y tabletas con sistema operativo Android. Muchos usuarios pueden pasar años sin relacionarse con el término si solo utilizan Google Play para descargar aplicaciones, pero quienes activan en los ajustes de Android la opción de ‘Instalar aplicaciones desconocidas’ pueden usar APK desde otras fuentes que no sean la tienda oficial de Google.
Esto permite acceder a apps que no están en Google Play o disponibles en tu país, a versiones anteriores, apps que han sido eliminadas de la tienda de Google, obtener actualizaciones con antelación, instalarlas en dispositivos sin Google Play o incluso probar aplicaciones antes de su lanzamiento oficial.
Sin embargo, su uso también conlleva riesgos. Hay multitud de APK fraudulentos o dañinos que se usan para distribuir malware bajo el gancho de obtener algo por lo que normalmente tendrías que pagar y ejecutar uno de ellos pondrá en peligro tu dispositivo, privacidad y datos.
Por este motivo, y aunque lo más recomendable es siempre recurrir a tiendas oficiales, hay algunas precauciones que puedes tomar para prevenir los problemas de instalar un APK infectado.
Actualiza y haz una copia de seguridad
Antes de instalar, comprueba que el Android de tu dispositivo está actualizado. Las actualizaciones suelen incluir parches para vulnerabilidades que los APK maliciosos pueden explotar. Aunque los cambios de funciones y diseño se agradecen, lo más importante siempre son las mejoras de seguridad. Los dispositivos desactualizados son más vulnerables a las amenazas, especialmente si instalas apps fuera de Google Play.
Además, haz una copia de seguridad de tus datos importantes. Un APK malicioso puede corromper datos, forzar un restablecimiento de fábrica o incluso bloquear tu acceso al teléfono. Tener un respaldo te permitirá restaurar tus archivos rápidamente si algo sale mal tras instalarlo.
Verifica el origen y la integridad del archivo
El lugar de donde obtienes un APK es fundamental para la seguridad y debes descargarlo siempre de fuentes confiables. Por ejemplo, sitios como APKMirror, APKPure o F-Droid verifican los archivos y los analizan antes de publicarlos.
No descargues APK desde enlaces publicados en redes sociales, foros desconocidos o aplicaciones de mensajería. En estos entornos las apps modificadas son muy comunes y lo raro sería que no lleven ningún tipo de malware.
Incluso al usar sitios con buena reputación, conviene comprobar la huella digital o hash del archivo. Un portal confiable mostrará el SHA-256 o MD5 del APK. Puedes calcularlo tú mismo con herramientas gratuitas como HashCalc, Checksum Calculator o Hash Droid, que permiten seleccionar el archivo y obtener al instante su SHA-256. Hay que compararlo con el publicado en la web oficial de la app y, si no coincide, borrar el APK porque probablemente haya sido modificado.
Analiza el APK en busca de malware
Incluso APK legítimos de fuentes confiables pueden contener código malicioso, como ha demostrado la experiencia en Google Play en numerosas ocasiones, por lo que siempre es conveniente comprobar que no oculta amenazas. Una forma sencilla de hacerlo es subir el archivo a VirusTotal, un servicio gratuito que analiza archivos con varias decenas de motores antivirus.
Otra alternativa es Koodous, una plataforma colaborativa que revisa aplicaciones Android y señala comportamientos dañinos.
Revisa la app y sus permisos de instalación
Es importante saber qué permisos solicita una app antes de instalarla. Herramientas como Exodus Privacy o ClassyShark3xodus pueden mostrar rastreadores ocultos o si requieren permisos inusuales.
También es conveniente limitar los permisos de instalación en tu teléfono. Permite que solo el navegador o el gestor de archivos instalen apps desconocidas cuando lo necesites y desactiva esta opción después. Así evitarás que otras aplicaciones instalen contenido en segundo plano sin que te des cuenta.
Usa un dispositivo secundario o un emulador
Si obtienes APK de fuentes desconocidas o poco fiables, no los instales en tu dispositivo principal. Mejor, usa un teléfono secundario, sin acceso a tus cuentas personales.
Otra opción es probar el APK en un emulador como Bluestacks o el de Android Studio, lo que permite aislar cualquier amenaza y proteger tu información.
Aunque estos pasos llevan un esfuerzo extra, pueden ahorrarte problemas como malware, estafas o pérdida de privacidad. En las instalaciones de apps de terceros, siempre es mejor prevenir que lamentar.
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