
Robótica
Este es el “robot de embarazo” chino que se ha hecho viral
De acuerdo con un comunicado se trata de un útero artificial en un androide que permite que un bebe se desarrolle en su interior.

En los últimos días numerosos medios se han hecho eco de una noticia sobre un robot de embarazo desarrollado en China. Las imágenes mostraban bebés humanos acurrucados dentro de los vientres de robots, flotando en un líquido similar al amniótico que permitiría su desarrollo.
Medios, como Newsweek, The Economic Times y ChosunBiz, citaron a un medio chino, Kuai Ke Zhi, como la fuente de la noticia. De acuerdo con la noticia “original” Zhang Qifeng, el responsable del diseño del robot, declaró a dicho medio que un prototipo estaría listo en 2026 a un precio inferior a los 100.000 yuanes (unos 13.000 euros).
“Algunas personas no quieren casarse, pero sí quieren una 'esposa'; otras no quieren embarazarse, pero sí quieren un hijo – habría señalado Zhang -. La tecnología de útero artificial solo necesita implantarse en el abdomen del robot para que una persona real y el robot puedan interactuar y lograr el embarazo”, aunque obviamente no se detalla la naturaleza de esa interacción entre humanos y robots.
Según los diferentes medios, Zhang era el director ejecutivo o el fundador de Kaiwa Technology, una empresa con sede en Guangzhou. También se lo mencionaba como doctorado de la Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU) de Singapur. Pero la realidad es que el medio chino Kuai Ke Zhi no existe, tampoco Kaiwa Technology y no hay nadie llamado Zhang Qifeng vinculado a la NTU.
De modo que la noticia del robot de embarazo, aunque viral, no es real. Sin embargo, la historia nos hace preguntarnos cuánto de realidad puede haber en un robot como este.
Lo más cercano, hasta la fecha, que se haya comprobado es el desarrollo de úteros artificiales. En el Hospital Infantil de Filadelfia (CHOP), los científicos están desarrollando un dispositivo similar a un útero llamado "entorno extrauterino para el desarrollo del recién nacido" o EXTEND. La esperanza es apoyar a los bebés que nacen extremadamente prematuros, entre las 23 y 28 semanas de gestación.
Hasta ahora, EXTEND se ha probado con corderos. En un estudio de 2017, el equipo demostró que los fetos de cordero podían permanecer en el dispositivo durante un mes y que su desarrollo continuaba de forma similar a como lo habría hecho en el útero.
En otro estudio más reciente, también publicado en Nature, los autores describen cómo EXTEND influía en la actividad genética cerebral. El dispositivo ayudó a preservar la actividad genética en el cerebro de corderos prematuros, de modo que se asemejara a la de los corderos que permanecieron en el útero durante mucho más tiempo.
Aunque el equipo de EXTEND pretende iniciar pronto los ensayos en humanos, aún existen dudas sobre cuándo y cómo sería ético probar el dispositivo, dado que muchos bebés prematuros tienen posibilidades de sobrevivir con las tecnologías existentes.
La noticia señala dos hechos muy propios de nuestra era. El primero es que la viralización de una afirmación parece convertirla en una realidad y nos desentendemos de comprobar los hechos, como si su sola aparición en internet le diera calidad de cierta. Que muchos la difundan o que nos interese que sea cierta, no la convierte en una verdad.
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