Esta es la increíble historia de Tetris, el videojuego que cambió el mundo en plena guerra fría

Construye un rompecabezas ensamblando piezas geométricas de diferentes formas capaces de girar sobre su propio eje en cuatro posiciones diferentes mientras descienden por una pantalla. Básicamente, este es el objetivo de Tetris. ¿La dificultad? Cuantos más puntos, más rápido caen las piezas y con ello se incrementa la demanda de mayor concentración y agilidad mental para rotarlas y encajarlas correctamente.

Un fenómeno planetario de cuatro décadas

Con esta fórmula que perdura inalterable durante sus casi cuarenta años de existencia, Tetris continúa manteniendo una significativa tasa de popularidad, por ejemplo, en su versión para Facebook se juega hasta 11 millones de veces al día. ¿Necesitas más datos? Se mantiene activo en más de 185 países, lo que representa un alcance mundial del 95%, se ha traducido a más de 50 idiomas, se ha adaptado a más de 30 plataformas y se suceden los campeonatos tanto de aficionados como de profesionales que miles de personas siguen en plataformas de streaming.

Pero, ¿cuál es la fórmula de su imperecedero éxito? Para comenzar, además de un formato altamente adictivo, puede presumir de una magnífica historia con espías, gobiernos y traiciones incluidas. Algo que ha sido convenientemente recogido en una película de Apple TV+, que narra parte de la historia del videojuego y que en realidad es un auténtico thriller bajo el telón de acero.

Nacido en plena guerra fría

Desarrollado por el científico ruso Alexey Pajitnov en el Centro de Computación Dorodnitsyn de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética, Tetris nació en junio de 1984 en la antigua URSS. Fue en plena Guerra Fría, cuando Pajitnov encontró la inspiración para su creación sobre el trabajo de pentominós desarrollado 30 años antes por el matemático estadounidense Solomon Golomb.

Pero todo comenzó unos meses antes, cuando un estudiante de 16 años apasionado de la programación, Vadim Gerasimov, asistía al Centro de Computación de la Academia Rusa de Ciencias donde desarrollaba programas para encriptar directorios MS-DOS. Su trabajo llamó la atención del ingeniero Dmitry Pavlovsky, un diseñador de juegos para ordenador, que lo convenció para trasladar algunos de sus títulos a PC. A partir de ese momento decidieron trabajar juntos, pero al poco se vinculaba al grupo un tercer componente, el ingeniero Alexey Pajitnov, un amigo de Dmitry que se encargaría de crear nuevos títulos. Tan solo unos meses después tuvo la idea: un juego de pentaminós donde con la ayuda de un teclado tenía que mover una pieza de 4 lados (tetramino) haciéndola girar por la pantalla.

Tenía un juego llamado Ingeniería Genética

La idea de Pajitnov era aprovechar este concepto y crear secuencias de piezas de tetraminos que caen a lo largo de la pantalla, con posibilidad de rotación y que, dependiendo de la posición adquirida, encajaran unas con otras en la parte inferior, formando líneas completas que desaparecen. Cuando la pantalla se queda sin espacio para recoger más piezas, el juego termina. Una fórmula tan simple como adictiva y estimulante. Según la leyenda, la primera versión del juego se programó en una sola tarde con un Electrónika 60, un ordenador que ya estaba obsoleto en aquella época.

Un año para la detonación mundial

Sin embargo, no solo las tecnologías bélicas se encontraban bajo la mirada del gobierno soviético durante la década de los 80 y la proyección internacional fue bastante complicada. En aquel momento, diseñar o vender hardware y software de forma privada se consideraba absolutamente ilegal y no existía el concepto de propiedad intelectual en el país, así que, para dar a conocer el juego, decidieron regalar copias a amigos, lo que hizo que su difusión fuera discreta y ciertamente más rápida. El primer paso hacia la expansión internacional se dio en 1987, año que marcó el lanzamiento de Tetris para PC en Norteamérica y Europa.

De hecho, llegó a Estados Unidos, pero no obtuvo repercusión alguna hasta el año siguiente, cuando un diseñador de videojuegos, Henk Rogers, lo descubrió en Las Vegas y tras algunas negociaciones con la única organización gubernamental de la Unión Soviética con la autoridad de vender software al extranjero, obtuvo los derechos exclusivos para utilizar Tetris en la presentación oficial de Game Boy de Nintendo, que se lanzaría en Japón al año siguiente. El éxito fue rotundo y las ventas iniciales superaron los 3 millones de unidades. Con la versión de Game Boy lanzada en 1989, el juego además ganó movilidad y convirtió a la querida consola portátil en la máquina con más éxito de Nintendo.

Tetraminos en el juzgado

La historia de Tetris también está plagada de batallas legales y en 1989 se podían contar alrededor de media docena de empresas que reclamaban el derecho a distribuir y crear versiones del juego para uso doméstico. Nintendo y Atari fueron los más destacados en la bronca y pasaron años en los tribunales defendiendo los derechos que ambos reclamaban sobre la marca. Con tanto litigio abierto, lo único que sucedió es que los verdaderos creadores de Tetris no recibieron prácticamente ninguna compensación económica hasta 1996. Fue cuando Rusia reconoció los derechos de propiedad intelectual del juego a Pajitnov, que emigrado a Estados Unidos desde 1991, decidió crear The Tetris Company, actual propietaria de los derechos de autor y las licencias de software.

La traición

Sin embargo, desde hace algún tiempo se cuestionan algunos rasgos de Pajitnov. Según declaraciones públicas de Vadim Gerasimov, hasta el momento no se le ha pagado nada por haber participado en la creación de Tetris. Según explica, en una ocasión Pajitnov pasó apresuradamente por su casa solicitando la firma de unos papeles, puesto que estaban en posición de “ganar mucho dinero de las empresas de videojuegos”. Vladimir menciona que confió en su “amigo” y firmó unos documentos que otorgaban a este todos los derechos para administrar el negocio y, con ello, la renuncia a cualquier derecho de compensación relacionado con el videojuego.

En unos meses su nombre desapareció de todas las versiones nuevas del videojuego y de la documentación relacionada con el mismo. Gerasimov, que sigue vivo y trabaja en Google, nunca ha recibido un solo céntimo de uno de los juegos más populares de todos los tiempos y todavía hoy se le puede encontrar jugando en línea mientras deleita a sus muchos seguidores, tanto antiguos como nuevos.