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Rodrigo Septién: «Quien no esté en youtube se pierde dónde se mueve la industria»
Rodrigo Septién / «Youtuber».. Sus vídeos ya cuentan con millones de visitas, incluso se han colado entre los más populares de España junto a los de El Rubius o Wismichu.
Sus vídeos ya cuentan con millones de visitas, incluso se han colado entre los más populares de España junto a los de El Rubius o Wismichu.
Justo antes de encender la grabadora Rodrigo Septién dice: «En el tiempo que hemos estado hablando, se habrán abierto cientos de canales de YouTube». Apenas nos habíamos saludado y compartido unas palabras durante cinco minutos. Él ha conseguido hacerse un hueco en ese universo cada vez más grande gracias a vídeos musicales. Ha parodiado a los villanos de Disney, a superhérores, el fenómeno «Frozen»..., y aprovechando el estreno del séptimo episodio de «La guerra de las galaxias» lanzó «No me gusta ‘‘Star Wars’’», vídeo que llamó la atención de televisiones y radios, y que ha provocado que se cruce por la calle con algún seguidor que le pide un «selfie».
–¿En qué momento decidió que era «youtuber»?
–Empecé haciendo vídeos en mi canal pensando en que fuese un escaparate profesional para lo que yo hacía, música. Realmente no ha sido hasta hace un par de meses cuando he aceptado que soy «youtuber». Estoy dado de alta como profesional en Hacienda, hago mis facturas y todo el dinero que se ingresa en YouTube es legal, pero no da para vivir a no ser que tenga millones de visitas o que hagas publicidad con empresas poniendo un «tweet» o una foto en Instagram. Para mí es un trabajo, pero tengo que compatibilizarlo con otros para poder ganarme la vida.
–Pues los periodistas que entrevistan a «youtubers» suelen preguntarles por lo que ganan.
–Me parece de mal gusto hacerlo. Lo entiendo porque es algo nuevo con lo que conseguir dinero y la gente quiere saber cómo. Los ingresos por lo que haces para YouTube son ínfimos, necesitas tener millones de visitas, algo que no sea normal. Donde está el dinero es en la publicidad. Se han hecho campañas de publicidad brutales, contratos de años en los que se le da una buena cantidad de dinero a un «youtuber» que se pasa ese tiempo promocionando a una marca. Pero claro, quizá tú estás tan a gusto con tus 2.000 euros al mes durante cuatro años, pero la Network que te ha contratado se está llevan 50.000.
–¿Qué función tiene la Network?
–Son como productoras. Todas han salido de los grandes medios de comunicación. Vieron que se creaba una plataforma en la que se subían vídeos y pensaron que ellos podían ganar dinero ayudando a los usuarios de YouTube a hacer sus contenidos y a llegar a más público. En España surgen cada vez más producciones exclusivas de Networks que han decidido crear sus propios canales. Ahora quien esté fuera de YouTube se está perdiendo dónde se mueve la industria. Si eres cantante tienes que subir tus canciones, si eres cineasta, los tráilers de tus películas.
–Quien no crea contenidos, sino sólo los consume, ¿es un usuario o un cliente?
–Todos somos usuarios, unos consumidores y otros creadores. En el momento en que en España se active YouTube Red, que ya está funcionando en Estados Unidos, se podrá pagar por una cuenta «premium» para que no te salga publicidad. De esas cuotas los «youtubers» recibiremos ingresos cuando la gente vea tus vídeos. Entonces, los usuarios pasarán a ser clientes de YouTube, pero no estarán pagando por mi contenido, sino por saltarse los anuncios.
–Ustedes son creadores, ¿también ingresan por derechos de autor?
–Ellos se pueden quedar con los derechos que se generen en YouTube. El dinero va a una cuenta de Google, se queda ahí acumulado, y si no lo pides, nadie te lo paga. Necesitas tener un contrato con una editorial que les reclame el dinero directamente a ellos.
–Hay «youtubers» que insultan en sus canales, ¿cuál es el límite?
–Yo no sigo a absolutamente nadie que haga vídeos para meterse con gente o crear polémicas, pero hay cierto público que disfruta con eso. En mi canal siempre he querido hacer un contenido que valga para todos los públicos e intento mantener el respeto por lo que estoy haciendo y por los demás. Es muy complicado que en YouTube todos los vídeos tengan un componente educativo. De todas formas, que los niños vean un determinado contenido debería ser controlado por los padres si no quieren que su hijo sea como un «youtuber» u otro. Cada uno tiene la responsabilidad de lo que consume y de lo que sube.
–Algunos «youtubers» se lanzan acusaciones en sus vídeos, ¿hay muchas disputas?
–Hasta ahora sólo he tenido problemas con una persona porque veíamos las cosas de distinta manera y no funcionó. Pero nunca he vivido un sentimiento de rivalidad, más bien al contrario. La gente sabe que no te perjudica colaborar con alguien porque eso provoca que un pequeño porcentaje de público se interese por ti. Y en YouTube todo aporta.
–El vídeo de «Las guerras de las galaxias» le ha dado muchas visitas, ¿cómo fue a ver la película?
–Soy fan de «Star Wars» y estuve muy motivado. Imagínate, estuve un mes entero con la música de la saga. Luego, subí el vídeo en la misma semana del estreno porque se dice que en contenidos cinematográficos es el mejor momento para subir un vídeo de una película nueva. El jueves a las 00:00, en la primera sesión, fui al cine y estaba emocionadísimo.
–A parte de su canal, comparte otro con su pareja, ¿hay que ofrecer en internet la vida privada para tener éxito?
–Yo sé que me siguen por mis vídeos musicales, no porque sea Rodrigo Septién. Los «bloggers» sí que necesitan compartir su día a día porque la gente les ve por quienes son. Pero también me he dado cuenta de que me gusta hacer esa clase de vídeos y que la gente los comente. Es bonito y emocionante. Además, ayuda a empatizar con tus seguidores, a que te sientan más cercano para que así compartan más tus contenidos.
–¿Existe algún perfil de «youtuber»?
–Si retrocedemos unos años, hasta cuando se empezaban a crear canales, había gente que lo utilizaba como una manera de abrirse a los demás porque su personalidad era introvertida o no encajaban. Encontraron en YouTube la forma de expresarse y un camino nuevo. Yo soy muy tímido, pero he ido cogiendo confianza delante de la cámara y me encanta.
El lector
Rodrigo Septién confiesa que «sigo las noticias sobre todo por internet; en Twitter sigo a los medios españoles para enterarme de lo que ocurre». Aunque sucumbe al placer del papel en cuanto lo ve: «Cuando pillo un periódico en un bar, un restaurante o en mi casa, lo cojo y lo hojeo. Leo sobre política, cultura, internacional... pero la sección que más me interesa son los deportes».
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