“Irán está desarrollando tecnología de armas de plasma”, declara el Pentágono

Durante una rueda de prensa el 22 de marzo pasado, Sean Parnell, portavoz del Pentágono, reveló que “Irán está desarrollando tecnología de armas de plasma. No descartamos la existencia de dicha tecnología”. Parnell también añadió que los satélites de la NASA detectaron por primera vez indicios de estas armas en 2022.

Un arma de plasma es un tipo de tecnología de energía dirigida que utiliza plasma, el cuarto estado de la materia, con fines ofensivos. El plasma, un gas ionizado a altas temperaturas. Puede emplearse en diversas formas, como proyectiles, campos disruptivos o explosiones térmicas, para dañar o inutilizar objetivos. Todo esto es teoría, porque la realidad es que, al menos hasta ahora, no se ha presentado ninguna prueba de armas de plasma.

La noticia se difundió a partir de un artículo en The Eurasian Times que señalaba que el Pentágono ha acusado a Irán de realizar avances revolucionarios en el desarrollo de tecnología de armas de plasma, un sistema avanzado que antes se consideraba ciencia ficción. A medida que aumentan las tensiones en Oriente Medio, esta sorprendente revelación plantea más preguntas que respuestas: ¿Está Irán realmente a punto de revolucionar la guerra o se trata de un engaño geopolítico de alto riesgo?

Dado el historial de Irán de desarrollos militares secretos, esta afirmación ha generado una amplia especulación. Sin embargo, Teherán ha guardado silencio, lo que ha llevado a la comunidad internacional a preguntarse si estas acusaciones tienen fundamento real o forman parte de una estrategia más amplia de guerra psicológica.

Sin embargo, ni el Pentágono ni la NASA han aportado pruebas concretas que respalden estas afirmaciones, como imágenes, documentos o informes detallados. La idea de que Irán, generalmente considerado un país menos favorecido en la investigación militar de alta tecnología, pudiera desarrollar repentinamente armas de plasma ha suscitado un gran escepticismo.

Estados Unidos, China y Rusia han dominado durante mucho tiempo el campo de las armas nucleares y energéticas, con amplios recursos e instalaciones de investigación avanzadas a su disposición. De ser cierto, el supuesto avance armamentístico de Irán representaría un cambio importante en el poder militar mundial.

Para aumentar la intriga, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de EE. UU. (DARPA) trabaja en su propia iniciativa de armas de plasma, conocida como MARAUDER (Anillo Acelerado Magnéticamente para Lograr Energía y Radiación Dirigidas Ultraaltas). Sin embargo, a pesar de años de investigación, DARPA aún no ha logrado ningún avance significativo. Esto pone en duda la verosimilitud de los rápidos avances de Irán.

Algunos analistas de defensa sugieren que estas afirmaciones podrían ser una estrategia para intensificar las tensiones geopolíticas, especialmente en Oriente Medio, y justificar nuevas acciones militares o sanciones contra Teherán.

Informes recientes indican que la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI) ha estado trabajando presuntamente en secreto en tecnología de armas de plasma durante los últimos cinco años. Si bien el país alberga importantes instituciones de investigación especializadas en estudios de plasma, no existen pruebas públicas que vinculen estos esfuerzos con aplicaciones militares. El año pasado, Irán anunció un avance en el uso del plasma en entornos industriales, no relacionado con la defensa.

La agencia de prensa de Irán habría publicado un informe en el que se decía, textualmente, que “la empresa Rafsanjan es la primera fábrica de procesamiento de plasma en Irán. El uso de la tecnología de plasma reduce las plagas en los productos agrícolas”.

La realidad es que si China, Rusia, Estados Unidos o aun Irán han sido capaces de desarrollar un arma de plasma, nada revela que es cierto, más que rumores.