Ciencia y Tecnología

Para twitter, o eres «choni» o eres pija

Un estudio constata cómo las redes sociales fomentan los estereotipos entre las mujeres

Las chonis y las pijas, los dos estereotipos remarcados en twitter
Las chonis y las pijas, los dos estereotipos remarcados en twitterlarazon

Twitter se ha convertido en el mejor guardián de los estereotipos, esos mismos que la sociedad, a pie de calle, intenta erradicar. Al menos así ocurre en la visión que se tiene de la mujer, según un llamativo estudio llevado a cabo por el Grupo de Investigación en Comunicación Asterisc de la Universitat Rovira i Virgili.

En la investigación se pone de manifiesto la interpretación que los chicos y chicas adolescentes hacen de sus iguales a partir de cómo se muestran en las redes sociales. Para ello, se convocó a siete grupos de jóvenes, de entre 16 y 20 años, entre los que las etiquetas de “pija” y “choni” aparecieron reiteradamente para clasificar y jerarquizar la estética y la conducta sexual de las chicas.

Como destacan los responsables del estudio, la definición que hacen de sus diferencias huye de una explicación socioeconómica y apunta hacia los sesgos de género presentes en las redes sociales.

El proyecto, realizado por un grupo de investigadoras, considera que los espacios virtuales refuerzan un doble estándar omnipresente: el doble estándar sexual que hace que las chicas sean criticadas con parámetros sexuales, a diferencia de los chicos; y también el doble estándar que atribuye mal gusto y falta de cultura a las personas que son consideradas empobrecidas o con pocos estudios.

«Este doble-doble estándar genera un desprecio hacia las chicas —las chonis— a las que se les atribuyen autopresentaciones y prácticas en la red de acuerdo con este juicio de clase y género», explican las responsables del estudio.

En esta línea, los medios sociales son un espacio clave donde se juzgan las feminidades de clase en un lugar público compartido por los jóvenes. Las participantes en estos grupos de discusión, preguntadas por sus estrategias de representación en las redes sociales, hablaban de dos únicos perfiles: pija y choni.

«Pija es una noción neutra, un marcador de identidad estándar utilizado como contrario de la etiqueta verdaderamente despectiva que es la de “choni”, un estigma reconocido colectivamente. Sin embargo, el perfil de las chonis sí que lo tienen muy definido, delimitado e identificado con símbolos culturales muy específicos como, por ejemplo, pantalones muy ajustados, tangas, piercings, tatuajes, cola de caballo o moños, maquillaje excesivo y posturas provocadoras que son leídas en clave sexual», explican las autoras.

Según las profesoras del Departamento de Estudios de Comunicación Cilia Willem, Iolanda Tortajada y Núria Araüna, también miembros del grupo de investigación Asterisc, estos marcadores de clase sirven para establecer límites entre las chicas en las redes sociales, donde la norma es la autosexualización.

«Una de las preocupaciones de las chicas que han participado en los grupos de discusión ha sido evitar ser etiquetadas como “chonis” cuando construyen una imagen atractiva. A lo largo de la investigación, ellas han expresado la presión que sienten por erotizar, ya sea a través del refuerzo positivo del grupo de iguales o por el peso de una cultura mediática que cosifica a las mujeres. Y a la vez, son juzgadas por esta sexualización», explican.

Reconocen la dualidad, pero se posicionan fuera

Según la Universidad, los resultados del trabajo coinciden con el estereotipo con el que son cargadas las mujeres de clase trabajadora en otros contextos culturales como, por ejemplo, en el Reino Unido, donde la figura femenina es vista como una exhibición continua de falta de cultura, de estilo y de gusto.

Y no solo los chicos etiquetan a las chicas como chonis sino que, de manera defensiva, también lo hacen las chicas. Obviamente, todos reconocen y aplican la dualidad, pero intentan posicionarse fuera. Así, con el objetivo de librarse del estigma de la choni lo transfieren a otras.

«Esta carencia de solidaridad de clase entre mujeres, tal como expresan todas las personas que han participado en el trabajo, es un aspecto del postfeminismo muy estudiado. A la estigmatización de género y de clase se deben añadir los juicios a las chonis como “imprudentes” por compartir o subir fotos sexualizadas en una sociedad que responsabiliza a las mujeres de las agresiones que sufren», concluyen las autoras.