Astronomía
¿Te parecen pocos 365 días? Este es el planeta con el año más largo
Fue descubierto hace casi una década y se encuentra a 155 años luz de la Tierra
El universo, en términos astronómicos, químicos, físicos… es un lugar muy extraño y con fenómenos muy raros. Pero también con otros que permiten definir y comparar. Por ejemplo, en todo el cosmos el año es el tiempo que le toma a un planeta orbitar una estrella. La Tierra lo hace en 365 días. En nuestro sistema solar, el récord del año más largo lo tiene Neptuno, con más de 60.000 días. ¿Mucho? En absoluto. Hay otros planetas con años aún más largos.
Pero vamos por partes. Mientras en nuestro sistema solar Mercurio tiene un calendario de 88 días, el planeta con el año más breve lo deja en ridículo. Hay un planeta, Kepler-78b, que tarda apenas 8,5 horas en orbitar su estrella. Esto quiere decir que, un día en la Tierra, equivalen a casi tres años allí.
Pero lo que de verdad nos interesa es ir a lo más grande. Y aquí es cuando entra el satélite TESS, siglas de Satélite de Estudio de Exoplanetas en Tránsito. Entre los aproximadamente 2.000 planetas detectados por TESS, GU Piscium b es el bicho más raro.
Se trata de un exoplaneta gigante gaseoso que orbita una estrella de tipo K, estrellas que tienen una masa cercana a la mitad de la de nuestro Sol. La masa del planeta GU Piscium b equivale a 11 veces el tamaño de Júpiter y se descubrió en 2014. La distancia que la separa de su estrella es dos mil veces mayor que la distancia entre el Sol y la Tierra. Esto es precisamente lo que hace que su año sea muy largo. Y cuando decimos muy, estamos hablando, literalmente, de cifras astronómicas. Un año en GU Piscium b dura más de 150.000 años, para ser más precisos, 155788,8 años.
Todo el sistema planetario en el que habita este “récord” tiene apenas 100 millones de años de vida, aunque su “año” podría estar en entredicho: algunos señalan que puede que no sea un planeta en absoluto y que podría tratarse de una enana marrón o una “estrella fallida” demasiado pequeña para provocar las reacciones nucleares que alimentan las estrellas.
"De cualquier manera, esto es emocionante – explica René Doyon, uno de los autores del estudio -. Si es un planeta, muestra que estos pueden formarse más lejos de las estrellas de lo que se pensaba anteriormente, y es posible que no siempre se formen a partir del "disco planetario" de polvo cerca de una estrella. Si es una enana marrón, reduce el límite de tamaño conocido de los objetos que pueden formarse de forma similar a como se forman las estrellas”.
Sea como sea, si estamos ante un planeta con un año que dura tanto, allí sí tendremos tiempo suficiente para cumplir nuestras metas. Y también acomodarnos a la típica excusa de “ya lo haré el año que viene”.
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