
Bomba nuclear
¿Por qué científicos chinos calcularon qué pasaría si lanzan tres bombas nucleares a un mismo blanco?
El estudio es el primero en evaluar con precisión qué sucedería en un ataque de estas características.

En un entorno de tensión política creciente, es lógico que se analicen todos los escenarios posibles. Probablemente, este es uno de los motivos que ha llevado a que el ejército chino simulara un escenario bastante apocalíptico: las consecuencias del lanzamiento de tres misiles nucleares en rápida sucesión a un mismo blanco. Este escenario de conmoción en un experimento de laboratorio en miniatura para ver qué tipo de daño se produciría, según un estudio publicado en Explosion and Shock Waves.
Los resultados mostraron que impactar un objetivo con múltiples municiones nucleares en rápida sucesión deja un cráter más grande y causa mucha más destrucción que una sola detonación (algo obvio), pero los autores afirman que la investigación es relevante porque es la primera prueba de laboratorio que simula con precisión el daño de un ataque tan brutal.
Pero el verdadero valor de esta prueba probablemente resida en que el ejército podría utilizar las conclusiones para construir mejores búnkeres que pudieran resistir una situación tan apocalíptica, un asunto que está en la mente de todos mientras China y Estados Unidos evalúan mutuamente sus arsenales de armas en medio de la creciente tensión geopolítica.
El equipo, liderado por Benju Shi, destacó en particular la potencia del armamento estadounidense y ruso, como una “nueva generación de ojivas de misiles nucleares de baja potencia que penetran la tierra”, como motivo de preocupación.
Para la simulación, el equipo de Shi fabricó una gran cámara de vacío metálica con paredes gruesas y pesadas, pero lo suficientemente pequeña como para caber en un laboratorio. Dentro de la cámara, utilizaron gas presurizado para perforar tres esferas de vidrio enterradas en arena de cuarzo y simular una rápida sucesión de explosiones nucleares, mientras cámaras de vídeo capturaban cada segundo de estas explosiones.
Luego realizaron cálculos que hicieron referencia a la prueba estadounidense Palanquin de 1965, realizada para identificar el impacto de una detonación nuclear. En ese antiguo experimento, realizado en Nevada, la explosión dejó un cráter con un radio de 36 metros y una profundidad de unos 20 metros.
Los autores recrearon la prueba Palanquin en miniatura para validar su configuración de laboratorio y crear una base para comparaciones. En el experimento chino, que utilizó múltiples impactos en rápida sucesión, descubrieron que dicho escenario generaría un cráter mucho más grande que el de la prueba Palanquin: 114 metros de radio y 35 metros de profundidad.
“Los resultados demuestran que las explosiones multipunto aumentan significativamente el radio, el volumen y el área de proyección de la superficie libre del cráter en comparación con los eventos de un solo punto, ampliando drásticamente la zona de daño, y la profundidad de enterramiento de la explosión influye profundamente en el efecto”, afirma el estudio.
Esta es una conclusión determinante para cualquiera que diseñe futuros búnkeres nucleares: todo el diseño y la arquitectura, junto a los materiales, deberá tener en cuenta los resultados del estudio para dotar al sitio de una estructura sólida. Bastante más sólida.✕
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