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¿Qué es trading CFD?
Si estás pensando en tomar posiciones en el mercado de una manera más agresiva y a favor de la volatilidad para hacer frente a la incertidumbre generada por las tensiones geopolíticas o por el futuro incierto del Brexit, una alternativa recomendable son los CFDs.
Si estás pensando en tomar posiciones en el mercado de una manera más agresiva y a favor de la volatilidad para hacer frente a la incertidumbre generada por las tensiones geopolíticas o por el futuro incierto del Brexit, una alternativa recomendable son los CFDs. Los Contratos por Diferencias o CFDs son productos derivados cuyo valor se basa en su activo subyacente, que puede ser una acción, un índice, materias primas, divisas, etc.
Se trata en definitiva de un contrato entre un comprador (inversor) y un vendedor (bróker) en el que el primero establece que el precio va a subir o que va a bajar. Cuando se cierra el contrato, si el precio coincide con la tendencia elegida, el trader recibirá una ganancia positiva mientras que si hubiera sido la contraria, registraría pérdidas. La diferencia entre el precio de compra y de venta se conoce como spread.
El trader de CFDs no posee físicamente el activo que intercambia y su objetivo es beneficiarse de la variación de los precios. Asimismo, es importante destacar que los CFDs son instrumentos apalancados. Esto significa que invertir en estos instrumentos da al trader la posibilidad de operar en el mercado mediante una pequeña aportación.
En este sentido, el inversor tan solo necesita depositar un porcentaje del valor total de la operación, por lo que no tiene por qué disponer de un capital demasiado elevado para tomar posiciones.
Una de las principales ventajas de este producto es que se puede ganar dinero tanto en escenarios bajistas como en escenarios alcistas, algo que no sucede con la inversión directa y tradicional.
Otra ventaja de los CFDs es que dan acceso a un amplio abanico de activos y, como nunca se posee realmente el activo subyacente, se puede operar en mercados que, de otra forma, sería difícil acceder. Además, a diferencia de otros instrumentos financieros, los CFDs no tienen fecha de vencimiento fijo y por tanto se pueden cerrar posiciones en cualquier momento. Eso sí, los expertos siempre recomiendan operar con ‘stop loss’ (límite de pérdidas para vender) y con ‘take profit’ (tomar beneficios) para cubrirse, antes de que la situación pudiera darse la vuelta.
Sea como sea, lo cierto es que los CFDs se presentan como una buena herramienta para obtener rendimientos a corto o medio plazo y para realizar una primera incursión en el mundo de la inversión. Siempre, claro está, con la ayuda de profesionales que puedan informarnos y formarnos.
Nueva regulación ESMA
Cualquier inversor que se plantee operar ahora con CFDs debe tener en cuenta que el pasado verano comenzó a aplicarse una nueva regulación de ESMA (Autoridad Europea de Valores y Mercados) para este tipo de instrumentos derivados que se caracterizan por su gran complejidad. El principal objetivo de esta normativa europea es proteger al inversor minorista, ya que estos productos conllevan un elevado riesgo y no todos los inversores están cualificados para operar con ellos. En el marco de esta nueva regulación, ESMA ha fijado unos niveles máximos de apalancamiento para garantizar que ningún cliente minorista pueda perder más de lo que ha invertido en la operación. Los clientes profesionales, sin embargo, no tienen limitados sus niveles de apalancamiento.
Otra novedad que incluye la nueva regulación, que entró en vigor el pasado 1 de agosto, es que los bróker ahora están obligados a exponer de manera pública el porcentaje de inversores que han sufrido pérdidas en el último año con este instrumento para que el cliente tenga toda la información.
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