Los cambios de Twitter, viejos trucos de los usuarios
El anuncio de la red social de que excluirá las imágenes y otros adjuntos del límite de 140 caracteres por tuit revoluciona a tuiteros, a la bolsa y la competencia pero, ¿qué va a cambiar?
El anuncio de la red social de que excluirá las imágenes y otros adjuntos del límite de 140 caracteres por tuit revoluciona a tuiteros, a la bolsa y la competencia pero, ¿qué va a cambiar?
Si lo analizamos con retrospectiva, la mayoría de las mejores ideas de Twitter no eran propias. El límite de los 140 caracteres (una propiedad que facilitó la inmediatez para publicar y la difusión del contenido), se debe a que ése era el límite de los mensajes de texto (SMS), cuando una década atrás todavía se usaban. Fueron los usuarios los que comenzaron a recurrir al # para señalar un tema específico... mucho antes incluso de que existieran los hashtags y TT, o trending topics. La abreviación RT para retweets, otra innovación más del personal. Pero hay más. Twitter tiene la regla de ocultar a los seguidores aquellos tuits que comienzan con el nombre de un usuario. Los tuiteros pusieron un punto delante del nombre y asunto resuelto.
Pues ahora, más de lo mismo. Los tuiteros llevan años realizando capturas de pantalla de tuits para evitar citar a otros, para poner textos que se excedan de los 140 caracteres y otros malabares similares.
Twitter, o mejor dicho, el equipo liderado por Jack Dorsey (su fundador) lo ha visto y ha dicho: «Necesitamos un cambio». Esa premisa es lo que ha hecho grande a esta red social: sus seguidores son muy fieles porque Twitter responde con lo que ellos buscan. De algo servirán las persistentes encuestas y estudios de mercado.
Y lo que ahora pretenden se puede sintetizar en las siguientes evoluciones:
–Primero: cuando se mencionen usuarios, no se reducirá el número de caracteres. Y sí, pueden ser uno o más los nombres citados.
–Segundo: tampoco irá en desmedro del límite de 140 las fotos, vídeos, encuestas o enlaces a tuits. Los enlaces a otros sitios, por ahora, sí serán «penalizados».
–Tercero: todavía no está muy claro cómo se hará, pero los seguidores no verán la respuesta ni los usuarios, aunque sí, se supone, estará visible, en la parte superior del tuit que se trata de una respuesta a determinada persona.
–Cuarto: para el ególatra que todos llevamos dentro, nos podremos citar y retuitear sin sufrir castigo en el número de letras.
–Quinto: el punto delante de un usuario para que sea visible a los demás, tampoco será ya necesario.
Con todo esto, lo que ha aprendido Twitter es que los usuarios quieren más vídeos, más fotos y más enlaces. Ya no bastan las palabras. Se busca citar a otros e interactuar, aunque sea con uno mismo. Y lo que no quieren es perder tiempo realizando un encaje de bolillos caligráfico para cumplir un requisito de la época de los smartphone con teclado mientras buscan un sinónimo de la palabra alucinante, para terminar diciendo chachi, como si tuvieran 15 años y pudieran jurar por Snoopy, que seguro también tiene cuenta en Twitter.
El pajarito cae en picado en Wall Street
Los cambios en la redacción y las condiciones de los populares tuits fueron recibidos con fuertes caídas en Wall Street, donde las acciones de Twitter llegaban a caer un 4,7%, hasta los 13,73 dólares, su menor precio desde el debut bursátil de la compañía en noviembre de 2013. De este modo, la cotización de Twitter se sitúa un 47% por debajo del precio de 26 dólares fijado para la salida a bolsa de la compañía. Las acciones de Twitter llegaron a cotizar en 74,31 dólares en diciembre de 2013. En lo que va de año, la valoración de las acciones de la compañía ha sufrido una corrección del 40%, que se extiende al 61% desde que en julio de 2015 el cofundador de la compañía Jack Dorsey volviera a tomar las riendas, primero de manera interina y desde octubre de ese mismo año de forma definitiva.
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