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Tecnología militar

Rusia mejoras los misiles Iskander y Kinzhal para evadir las defensas de Ucrania: la intercepción ha descendido al 6%

Cambios en el software de guiado de los misiles rusos dificultan el trabajo del sistema de defensa antiaérea y antimisiles Patriot

Rusia actualiza los misiles Iskander y Kinzhal para evadir las defensas de Ucrania: la intercepción ha descendido al 6%. Ministerio de Defensa de Rusia.

Una investigación del Financial Times publicada este jueves ha revelado que Rusia ha mejorado el comportamiento de los misiles balísticos 9K720 Iskander M y Kh-47M2 Kinzhal en su fase de vuelo terminal. Esto le ha permitido reducir la tasa de intercepciones del sistema de defensa antiaérea y antimisiles Patriot en torno a la capital, Kiev. Según han asegurado al medio funcionarios ucranianos y occidentales, la ratio de destrucción de misiles entrantes ha caído del 37% en agosto al 6% en septiembre.

El motivo de este descenso en la efectividad es que, tras mantener un perfil de trayectoria media convencional, en la fase terminal los misiles rusos ejecutan inmersiones abruptas y desplazamientos laterales destinados a romper el seguimiento radar y desincronizar las soluciones de tiro.

El Patriot continúa siendo el único sistema desplegado por Ucrania con capacidad de defensa contra misiles balísticos. El radar de control de tiro de la serie AN/MPQ-65 que utiliza el sistema Patriot genera trazas de alta calidad y envía órdenes de intercepción a la familia de misiles hit-to-kill (necesitan impactar directamente en el objetivo) PAC-3, cuya efectividad depende de un guiado terminal preciso y de una coincidencia geométrica perfecta en espacio y tiempo entre el interceptor y el blanco, bajo condiciones extremas de velocidad y en fracciones de segundo.

La variante PAC-3 Missile Segment Enhancement incorpora un motor de doble impulso y un buscador activo en la punta del misil, lo que le da más alcance y maniobrabilidad para interceptar blancos. Estas ventajas funcionan mejor cuando el radar mantiene la pista estable hasta el final; si el blanco cambia bruscamente de trayectoria o se lanza en una caída casi vertical, la interceptación se complica.

El Iskander 9M723 se comporta de forma poco convencional: vuela más bajo que una trayectoria balística normal y puede cambiar altura y dirección en la fase final, lo que dificulta que los radares mantengan un seguimiento estable. El Kinzhal, que se lanza desde aviones como el MiG-31K o el Tu-22M3, llega a velocidades mucho mayores en la inmersión y utiliza maniobras parecidas.

Caza ruso MiG-31K armado con un misil Kh-47M2 Kinzhal.Mil.ru.Wikipedia.

Contra el nuevo software de guiado ruso

Lo que ha cambiado desde finales del verano en estos misiles es el software de guiado: ahora ajusta el momento y el ángulo de las maniobras para aparecer justo dentro del campo de visión del Patriot cuando los misiles interceptores ya han sido lanzados y no pueden corregir lo suficiente su trayectoria, dificultando así la defensa.

Para los operadores ucranianos la situación es más complicada. Las baterías deben seguir trayectorias balísticas mientras también cubren misiles de crucero de bajo vuelo y drones kamikaze en las mismas oleadas. Si un misil balístico empieza a 'serpentear' o a sumergirse en los últimos segundos, disponen de menos tiempo para decidir, consumen más interceptores por ataque y aumentan las probabilidades de fallo si la maniobra supera la capacidad del buscador del interceptor. Por eso los mandos están moviendo lanzadores para proteger redes eléctricas e infraestructuras industriales, manteniendo más misiles listos, mejorando la fusión de sensores y apostando por una defensa en capas que detecte y frene las amenazas antes de que lleguen a la fase terminal.

La solución, según funcionarios y expertos, es acelerar la adaptación defensiva. Actualizar el software del radar y de los interceptores, revisar las tablas de ángulos de observación y cambiar las tácticas para distribuir lanzadores y coordinar más sensores puede recuperar la probabilidad de derribo que se ha perdido.

Incorporar sistemas de medio alcance que interrumpan las maniobras enemigas antes de la fase final ayuda a ahorrar misiles PAC-3 y el 'cebado' multisitio -cuando varios radares o sensores, desplegados en lugares distintos, colaboran para seguir un mismo objetivo y pasar la información en tiempo real a la batería Patriot- reduce la probabilidad de que una sola maniobra terminal haga perder la pista.