Así es el "Zubilo", el vehículo blindado de asalto no tripulado que Rusia va a probar en Ucrania

Recientemente, las fuerzas rusas han sido equipadas con una nueva plataforma no tripulada multifuncional diseñada específicamente para aplicaciones militares. A pesar de su sobrio y espartano exterior, esta máquina, denominada con humor "Chisel" o Zubilo (cincel en castellano), es más de lo que parece. La verdadera identidad y capacidades de este impresionante artilugio de hierro se revelarán con el tiempo.

La empresa rusa JSC Remdizel, con sede en Tartaristán, ha comunicado que varias unidades militares están listas para recibir el Zubilo en abril. Se trata de un avance importante, sobre todo porque se espera con impaciencia el equipamiento. Los zapadores, exploradores y tropas de asalto, muchos de los cuales desempeñan funciones confidenciales y de alta seguridad, lo esperan ansiosos. Aunque probarán el vehículo en operaciones de guerra reales, el objetivo es que los comentarios de los usuarios perfeccionen aún más los modelos posteriores que producirá la planta.

Aquí es donde el Zubilo brilla realmente, pues se aleja de los roles tradicionales que suelen tener este tipo de vehículos militares. No se trata ni de un APC, ni de un robot, ni de un dron militar al uso. En cambio, sirve como una plataforma sobre el cual se pueden agregar componentes adicionales, de acuerdo con las necesidades de los soldados. Esto marca un distanciamiento de las viejas prácticas en las que el ejército ruso simplemente modernizaba viejos vehículos blindados con controles remotos y desarrollaba drones terrestres menores. Con este nuevo vehículo, las tropas recibirán máquinas especialmente diseñadas, que encapsulan un verdadero dron militar "multifuncional" .

Remdizel ha venido desarrollando en los últimos meses este innovador vehículo autónomo de asalto terrestre diseñado para funcionar como un sistema de transporte no tripulado y llama la atención porque carece de cámaras, lo cual ha sido muy cuestionado pues se trata de un vehículo autónomo guiado remotamente. También llama la atención que su arma principal, el ZU-23-2, carece de aparato de puntería, al menos en el modelo presentado en la exposición. Estas características o, más acertadamente, su ausencia, planteaban dudas sobre la movilidad y las capacidades de potencia de fuego del Zubilo, aunque los modelos que se empiecen a usar en abril podrían ya incorporar estos elementos.

Además de su labor como vehículo de asalto, también está pensado para la entrega de municiones, el transporte de carga, la evacuación de heridos o, incluso, el suministro de energía para radios y cuadricópteros.

El modelo estándar está equipado con un motor de 350 CV que puede alcanzar velocidades de 100 km/h en carreteras convencionales y afrontar pendientes de 30 grados en todoterreno. Con un peso de 16 toneladas, principalmente debido a su exterior blindado, el Zubilo puede transportar casi 3 toneladas de carga. Sin embargo, esta capacidad puede variar dependiendo de la instalación de un módulo de batalla, lo que efectivamente reduce la carga útil, y viceversa. Estas decisiones a menudo se toman en medio del combate.

El grosor de la armadura de Zubilo puede ser engañoso, ya que puede soportar un disparo de 30 mm en su frente. Más allá de su económico y sencillo proceso de fabricación, el Zubilo es, en esencia, un conjunto de piezas Kamaz. Esta completa integración con artículos producidos en masa y un excelente soporte logístico fue un factor crucial para los diseñadores.

La armadura estaría diseñada para detener una amplia gama de balas y proyectiles y brindar protección contra disparos de armas pequeñas, incluidas rifles con balas de 7,62 x 39 mm y 5,56 x 45 mm OTAN. Además, está diseñado para resistir el impacto de metralla de artefactos explosivos y fragmentos de artillería.

También podrá incorporar medidas de protección adicionales, como armadura reactiva, diseñada para contrarrestar los efectos de las ojivas de carga comúnmente utilizadas en misiles antitanque, o sistemas de armadura modulares que pueden actualizarse o reemplazarse para adaptarse a las amenazas en evolución.

Respecto de su arma principal, el mencionado cañón antiaéreo ZU-23-2 de 23 mm, es de diseño soviético y ampliamente utilizado durante la era de la Guerra Fría. Consta de dos cañones automáticos de calibre 23 mm utilizados principalmente como defensa antiaérea contra aviones y helicópteros a baja altura, normalmente hasta 2,5 kilómetros, así como contra vehículos aéreos no tripulados (UAV). Su tamaño compacto y movilidad lo hacen adecuado para operaciones tanto estacionarias como móviles.

Los vehículos Zubilo han sido diseñados para superar el problema de las interferencias en su operativa remota con múltiples mecanismos de control alternativos que no dependen de la comunicación por radio. Además, es muy amigable con los vehículos aéreos no tripulados. De hecho, una de sus adaptaciones más destacables es su función como estación de acoplamiento para otros drones de combate. Gracias a su robusto blindaje, pueden transportar baterías de gran tamaño que servirían para cargar otros drones mediante dispositivos especiales. De este modo, se facilita la operación continua de los UAV de reconocimiento sin la necesidad de regresar frecuentemente a la base para recargar.

El ZU-23-2 funciona mediante un mecanismo de retroceso accionado por gas. La munición utilizada suele ser incendiaria de alto explosivo [HEI], que se introduce en los cañones desde una caja de munición de 50 balas. El arma tiene una velocidad de disparo cíclica de alrededor de 200 disparos por minuto por cañón, lo que permite dirigir un gran volumen de fuego a los objetivos entrantes.

El vehículo ruso tiene un claro parecido con el THeMIS estonio, tanto en términos de su estructura básica como de su apariencia estilística. Este vehículo europeo fue presentado en varios países y, de hecho, el Ejército de Tierra español adquirió una unidad para probarla en diferentes usos.