Investigación

El tiempo frente a las pantallas podría alterar la capacidad de procesar sensaciones de tus hijos

Un nuevo estudio sugiere que los niños que pasan tiempo viendo la televisión antes de los 2 años tienen más probabilidades de desarrollar comportamientos atípicos en su procesamiento sensorial antes de los 3

El tiempo frente a las pantallas podría alterar la capacidad de procesar sensaciones de tus hijos.
El tiempo frente a las pantallas podría alterar la capacidad de procesar sensaciones de tus hijos.La Razón

Los peligros del abuso de las pantallas en niños y adolescentes son conocidos, pero un nuevo estudio plantea un riesgo adicional. El tiempo que los niños pasan viendo televisión u otros vídeos antes de los dos años puede provocar comportamientos atípicos en su procesamiento sensorial.

La investigación, publicada en JAMA Pediatrics, señala que los niños que pasaron tiempo frente a pantallas antes de los 2 años tienen más probabilidades de desarrollar estas conductas alteradas antes de los 3 años. Estas pueden consistir en “búsqueda de sensaciones” (cuando un niño busca una estimulación sensorial más intensa), “evitación de sensaciones” (más reacio a sensaciones intensas) y “registro bajo” (una respuesta más lenta a los estímulos), y dan información sobre la capacidad del cuerpo para interpretar la entrada sensorial y producir una respuesta adecuada.

El procesamiento sensorial es el manejo de la información que el cuerpo recibe a través de los sentidos del tacto, gusto, sonido, vista y olfato. Las alteraciones en este proceso también afectan a la propiocepción, el sentido de conciencia corporal, y el sentido vestibular que involucra el movimiento, equilibrio y coordinación, según explica el Child Mind Institute. Los niños que tienen problemas de procesamiento sensorial experimentan demasiada o muy poca estimulación a través de estos sentidos.

Los autores han utilizado datos del Estudio Nacional de Niños de EE.UU. que se canceló en 2014. Este fue un estudio de cohorte a gran escala para investigar las influencias ambientales en la salud y el desarrollo infantil que quedó incompleto. Pero antes de su cancelación, ya se habían recopilado datos de unos 5.000 niños que incluyen información sobre la exposición a pantallas de bebés y niños a las edades 12, 18 y 24 meses. Los padres y cuidadores de 1.471 de esos niños completaron posteriormente el Perfil Sensorial Infantil/Bebés, un cuestionario diseñado para evaluar sus habilidades de procesamiento sensorial.

El resultado indicó que, para los bebés menores de un año, cualquier tiempo de exposición diaria a una pantalla se asoció con un 105% más de probabilidades de mostrar comportamientos sensoriales altos en lugar de típicos relacionados con el registro bajo a los 33 meses.

Para los niños de 18 meses, cada hora adicional de tiempo frente a la pantalla por día se asoció con un 23% más de posibilidades de exhibir más tarde comportamientos sensoriales altos relacionados con la evitación de sensaciones y el registro bajo a los 33 meses.

Y entre los niños de 2 años, cada hora adicional de tiempo frente a la pantalla al día se asoció con un 20% más de probabilidades de búsqueda de sensaciones altas, sensibilidad sensorial y evitación de sensaciones dentro del año siguiente, según el estudio.

Los investigadores descartaron factores como la edad, historial de salud, la frecuencia con la que realiza actividad física y otros para concluir que el tiempo ante la pantalla era un elemento significativo en la aparición de alteraciones en el proceso sensorial. En cualquier caso, aseguran que se necesita más investigación antes de establecer una relación causal.

Karen Heffler, oftalmóloga de la Universidad de Drexel y uno de los autores del estudio, afirma que “esta asociación podría tener importantes implicaciones para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad y el autismo, ya que el procesamiento sensorial atípico es mucho más prevalente en estas poblaciones. El comportamiento repetitivo, como el visto en el trastorno del espectro autista, está altamente correlacionado con el procesamiento sensorial atípico. Trabajos futuros podrían determinar si el tiempo frente a la pantalla en la primera infancia podría alimentar la hiperconectividad cerebral sensorial vista en los trastornos del espectro autista, como respuestas cerebrales aumentadas a la estimulación sensorial”.

La recomendación que realiza David Bennet, psiquiatra de la Universidad de Drexel y otro de los autores, es la de evitar cualquier exposición a pantallas antes de los 2 años y permitir una hora al día hasta los 5.