Conectividad
Una tribu remota se conecta por primera vez a internet. ¿Adivina a qué se vuelven adictos?
Gracias a la red Starlink de Elon Musk, el pueblo Marubo del Amazonas ha podido acceder a la red satelital. Y las consecuencias no se han hecho esperar.
Ya conocíamos desde hace tiempo el plan de Elon Musk para Starlink: miles de satélites orbitando el planeta y dando conexión a internet alrededor del globo. La intención podía ser buena, pero la práctica ha demostrado que no todo lo que reluce es oro: el pueblo Marubo, del Amazonas, se ha podido conectar por primera vez a la World Wide Web y ya tienen muchos de los malos hábitos modernos.
Habitantes de la cuenca del río Javari, los Marubo suman unas 2.000 personas y poco se sabe de su pasado, lo que hace especular que se trata de una “fusión” de distintos pueblos diezmados por los buscadores de oro y caucho. Cuando los Marubo comenzaron a conectarse, todo parecía ir muy bien. En una zona tan remota, que necesita varios días de ardua caminata para llegar, la comunicación instantánea y sin esfuerzo cambia la vida.
Para ellos, relatan en una entrevista, se han abierto nuevos caminos desconocidos: oportunidades laborales, la posibilidad de coordinarse con aldeas muy alejadas, comunicarse con las autoridades locales…
“Ya se han salvado vidas – explica en la entrevista Enoque Marubo, uno de los primeros de la tribu en utilizar e impulsar una conexión a Internet -. Un caso fue el de mordeduras de serpientes venenosas, que necesitan tratamiento médico inmediato. Los líderes han sido claros: no podemos vivir sin Internet”.
Pero muy pronto se pudo ver el otro lado de la moneda: la conexión a las redes abría puertas que los Marubo, una sociedad en la que besarse en público es tabú, jamás habían sospechado.
“Cuando llegó, todos estaban felices - añade Tsainama Marubo, de 73 años -, pero ahora las cosas han empeorado. Los jóvenes tienen sus propios chats grupales y se intercambian imágenes y vídeos explícitos. Nos preocupa que los jóvenes quieran probar todo lo que ven allí”.
Los Marubo utilizan Starlink desde septiembre, después de que una voluntaria estadounidense les comprara unas antenas para conectarse a la red satelital. Ahora, algunos miembros de la tribu temen que Internet represente una amenaza existencial para su cultura. Los jóvenes matan el tiempo jugueteando con sus teléfonos inteligentes y se exponen a un mundo que ignoran y también que los ignora. Tsainama Marubo teme que esto pueda significar que la cultura y la historia de la tribu, que hasta ahora se había transmitido oralmente, se pierdan.
“Todos están tan conectados que a veces ni siquiera hablan con su propia familia – concluye este líder del grupo -. Los jóvenes se han vuelto perezosos debido a Internet. Están aprendiendo las costumbres de los blancos. Pero, por favor, no nos quiten Internet”. Sin duda se trata de una red que conecta, sí, pero también atrapa.
✕
Accede a tu cuenta para comentar