Informática
Un estudio descubre que los e-mails ayudan a dejar de fumar
El envío de correos frecuentes y personalizados es el método más eficiente para ayudar a dejar el tabaco
Un estudio de la Sociedad Americana de Cáncer revela que los fumadores que reciben correos electrónicos frecuentes y personalizados con consejos para dejar de fumar, mensajes motivacionales y apoyo social, registran tasas de abandono del hábito que rivalizaban con las de la medicación más efectiva disponible para dejar de fumar, como se detalla en la revista ‘Tobacco Control’, según Europa Press.
Las nuevas tecnologías de la comunicación tienen el potencial de proporcionar a bajo costo los mismos tipos de apoyo social y de otra clase que han demostrado ser efectivos para el abandono del tabaco. El asesoramiento telefónico resulta ser eficaz para tratar la dependencia del tabaco, pero su alcance es bajo. Otras modalidades que utilizan tecnologías de Internet y teléfonos inteligentes para ofrecer tratamiento para dejar de fumar basado en la evidencia a nivel de población han comenzado a expandirse y han resultado ser prometedores.
Para la nueva investigación, los autores estudiaron el uso del correo electrónico, que tiene la ventaja de que normalmente se leen diariamente o casi diariamente. El correo electrónico también puede proporcionar contenido sustancial, eliminando la necesidad de acceder a un sitio web específico, y con la popularidad de los teléfonos móviles y tabletas, se puede leer en cualquier lugar. Además, los e-mails se pueden adaptar para tratar características únicas del destinatario.
Para explorar si los correos electrónicos podrían ser eficaces en el abandono del tabaco, científicos dirigidos por J. Lee Westmaas, director estratégico de la investigación sobre el control del tabaco en la Sociedad Americana del Cáncer, reclutaron a 1.070 fumadores que estaban planeando dejar de fumar.
Así, se asignó a los participantes, de manera aleatoria, para que recibieran uno de los tres protocolos de correo electrónico: 27 mails personalizados para dejar de fumar; entre tres y cuatro correos electrónicos personalizados con enlaces a folletos descargables; o un solo e-mail no adaptado. Todos los correos incluían enlaces a los recursos para dejar de fumar.
Para medir el éxito, se evaluó la abstinencia uno, tres y seis meses después de la inscripción preguntando si los participantes habían fumado en los siete días previos. En los tres periodos de seguimiento, la tasa media de abstinencia fue mayor para los fumadores que recibieron los correos electrónicos personalizados (34 por ciento), seguidos por los de tres o cuatro mails (30,8 por ciento) y un solo correo electrónico (25,8 por ciento).
Los resultados fueron independientes de los cigarrillos iniciales por día, el interés en dejar de fumar, si había un compañero fumador en el hogar y el uso de terapia de reemplazo de nicotina (NRT, por sus siglas en inglés) o vareniclina, un medicamento también aprobado para dejar de fumar. «La tasa general de abandono para el grupo de intervención principal es aproximadamente equivalente a las tasas de abstinencia logradas por la medicación más eficaz para el dejar de fumar», destaca Westmaas.
«Parece que la personalización en los mensajes de correo electrónico y su frecuencia --inicialmente todos los días y luego disminuyendo-- dieron a la gente la seguridad de que alguien se preocupaba por ellos y quería que tuvieran éxito. Recibían diariamente o casi diariamente orientación sobre cómo tratar con problemas que surgen en su intento de dejar de fumar, posible gracias
a un algoritmo diseñado por ordenador relativamente simple», añade.
El doctor Westmaas cree que el programa puede adaptarse a grupos específicos que muestran disparidades en el tabaquismo y los efectos del tabaquismo sobre la salud y planea llevar a cabo un estudio piloto para guiar una intervención dirigida a fumadores de bajo nivel socioeconómico. EP
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