Informática

Un sensor mapea la contaminación urbana en tiempo real

Instalado en carteros y ciclistas, ha sido probado en Málaga

Un sensor portátil que predice y mapea la contaminación urbana en tiempo real a través de la recopilación masiva de datos en distintos puntos de la ciudad -portados por carteros y bicicletas- es la apuesta presentada por el Ayuntamiento de Málaga junto con Correos y la empresa Urban Clouds.

El proyecto está formado por los sensores «Appmosfera», que se instalarán en las bicicletas de 40 voluntarios -con una ruta fija-; los dispositivos «CURMOS», que serán transportados por la red de carteros de Correos en sus trayectos diarios; un laboratorio móvil, que medirá zonas de especial atención, y una estación que gestionará la inteligencia de datos.

Todo el volumen de datos generado vertebrará un mapa completo de la ciudad, que se irá actualizando a cada momento y será visible para todos los ciudadanos a través de una aplicación móvil, según ha destacado hoy en rueda de prensa el concejal de Nuevas Tecnologías, Mario Cortés, que ha valorado el proyecto como «puro I+D».

Cortés -acompañado por el subdirector de Innovación de Correos, Jordi Escruela, y por su homólogo municipal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, entre otros- ha señalado que se podrá «predecir cómo se comportará una zona urbana u otra» e incluso adelantar la conducta medioambiental ante situaciones como un partido de fútbol.

La herramienta, cuya implantación comenzará esta semana con la entrega del sensor a los 40 ciclistas, pretende exportarse a otras ciudades de la mano de Correos, según ha confirmado Escruela, ya que se sustenta en «las ciudades inteligentes que utilizan y comparten información».

El desarrollo completo del proyecto en sus tres etapas durará doce meses y, al finalizar, la aplicación consultará la base de datos históricos y devolverá al usuario un trayecto Dlimpio» para realizar su ruta por la ciudad.

Jiménez, por su parte, ha indicado que «los parámetros medidos por el sensor son todos los indicadores que pide la Unión Europea», en especial «el dióxido de nitrógeno, el monóxido de carbono, el ozono, algunos gases irritantes y las partículas de diámetro 2,5 y de 10».

Para el titular de Medio Ambiente, los datos recogidos permitirán «tomar algunas medidas para regular sentidos circulatorios», pero «con cabeza, no tan tremendistas como las que han tomado otras ciudades» y siempre integradas «en una actuación transversal»; «al detectar incidencias, podremos tomar medidas correctoras».

El proyecto, en el que el Ayuntamiento de Málaga lleva trabajando tres años, ofrecerá al mercado «un nuevo modelo de negocio con medidores de alta sensibilidad» a bajo coste que «luchará contra la polución, contra los gases contaminantes que se quedan en el aire que respiramos».