Ocio

Televisión

Firmas para salvar Rocadragón

San Juan de Gaztelugatxe, en Bizkaia, se encuentra en peligro por la masiva afluencia de turistas que recibe tras convertirse en un enclave de la conocida serie “Juego de Tronos”

Escena de San Juan de Gaztelugatxe como Rocadragón en "Juego de Tronos"
Escena de San Juan de Gaztelugatxe como Rocadragón en "Juego de Tronos"larazon

Cuando la lucha por el Trono de los Siete Reinos adquirió ese ápice de realidad que lo unió de manera inmediata a miles de espectadores alrededor del mundo, sus majestuosos decorados pasaron a ser un personaje más. Desde su estreno en el 2011, “Juego de Tronos”, se ha consolidado como una de las series más aclamadas y premiadas por la crítica y por la opinión pública. Y no es para menos.

El elenco, la historia enrevesada pero coherente, el toque exacto de fantasía y unos “platós naturales" alrededor del mundo han convertido a la serie en un rotundo fenómeno de masas. Sin embargo, no todo lo derivado de la ficción ha sido positivo. Los mencionados enclaves, se han convertido en una nueva forma de hacer turismo y ese es, exactamente, el problema. En esta línea, España, ha derivado en una parada obligatoria para todos los fanáticos y seguidores de la aclamada serie. San Juan de Gaztelugatxe, en concreto, es uno de estos “puntos calientes”. A día de hoy, se considera la segunda localización más visitada de la provincia de Bizkaia, después del Guggenheim. El verano pasado logró alcanzar el medio millón de visitas, un hecho al que los vecinos de los pueblos colindantes (Bermeo y Bakio), han reaccionado. La plataforma SOS Gaztelugatxe ha emprendido una recogida de firmas con el objetivo de frenar la construcción de un parking que dañaría de forma irremediable el paraje natural que da vida a una de las zonas principales de la ficción de HBO.

La obra en cuestión rondaría el millón de euros y tal y como ha podido conocer eldiario.es, los ciudadanos han presentado casi mil alegaciones al proyecto, que se sumarían a la iniciativa de más de 20.000 firmas conseguidas en change.org: “no deja dinero en la zona” y además, “acarrea un coste ambiental imparable”.