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La voz tras la pantalla

Los actores del doblaje español reclaman un mayor reconocimiento y visibilidad de su profesión en la industria audiovisual, debido a la infravaloración que sufren

Otto Mann, personaje de «Los Simpson», al que pone voz el actor de doblaje Claudio Serrano
Otto Mann, personaje de «Los Simpson», al que pone voz el actor de doblaje Claudio Serranolarazon

Los actores de doblaje son imprescindibles en nuestro día a día. Pasando desapercibidos, ellos nos han acompañado en muchos momentos buenos de nuestra vida, con su voz, a través de la pantalla. Han estado presentes en nuestras casas, más de lo que podríamos imaginar, como si fueran nuestros amigos de toda la vida. Normalmente nuestra sociedad se divide entre las personas partidarias en ver las películas y series en versión original o los que prefieren verlas dobladas al castellano. Por lo general los amantes del cine se decantan por la primera opción, aunque depende del idioma original de la película y de su reparto.

Detrás del doblaje hay un largo proceso de preparación y de trabajo. Tal y como ha explicado Claudio Serrano, consiste en “ser mimético con un actor que ha hecho un trabajo en otro idioma, sincrónico con sus movimientos de boca, con sus emociones transmitidas, con su interpretación corporal y con su mirada. Es la traslación de una actuación extranjera a nuestro idioma”. Esta profesión no es tan sencilla como puede parecer, ya que estos profesionales también dependen de cómo hagan su trabajo los intérpretes en la versión original de la producción. “Solemos encontrar más dificultades cuando el actor es malo, cuando hacen cosas muy tenues, o mueven poco la boca, ya que así te dejan muy pocas pistas”, ha afirmado el actor que da voz a Wil Wheaton en ‘The Big Bang Theory’, que se toma estas complicaciones “como un reto”.

Pero no solo contamos con los actores de doblaje en las series y películas, sus voces también llegan a nuestras casas a través de los videojuegos y de la publicidad.

Cada uno de estos bloques cuenta con sus propias dificultades. El cine implica un trabajo en el que los actores van más despacio, debido a que es un proyecto más duradero. A la hora de trabajar, en la pantalla, solo cuentan con un círculo que ilumina la cara del actor cuando le tienen que doblar, y cuando se salen de la figura se acaba su intervención. Este ámbito permite “un abanico de emociones más intenso”, revela Serrano, que también da voz de Batman. Por su parte, en las series llevan otra velocidad, realizan interpretaciones más ligeras. Respecto a la animación, Serrano desvela que “es otro mundo”. “Puedes hacer una creación muy loca, aunque esté el original, puedes hacer una versión propia siempre que pegue con la historia”, ha añadido. En cambio, los videojuegos cuentan con menos facilidades, los actores sólo disponen del audio, y tienen que imaginarse la situación por completo a la hora de realizar el doblaje.

La dificultad no solo depende del formato, sino, también del tiempo en el que estés en una serie o en una película. “A veces el papel que tienes en una ficción es tan corto que no llegas a conocer a tu personaje. Por ejemplo, en ‘Perdidos’, solo aparecí en un capítulo en el que interpretaba al recuerdo de Tom Brennan de niño. En cambio, en ‘Lilo y Stitch’, hice de Taro, y estuve trabajando con él durante más episodios y esto me permitió conocer mejor a ese personaje, de tal manera que te conviertes en él en cuanto llegas al plató, y así es más sencillo”, ha explicado Julián Mora, también conocido por poner voz a Russell en ‘Up’ y Shmuel en ‘El niño con el pijama de rayas’.

Hablando sobre la publicidad, Esteban Massana, actor de doblaje, ha explicado que esta faceta del doblaje no se diferencia del cine tanto como creen. En la publicidad no prueba tanto la parte interpretativa como la parte de seducción, de venta, pero cada vez se asemeja más al doblaje de las ficciones debido a que “se trabaja contando más una historia, y se alargan mucho la duración de los spots. Además, los actores de cine colaboran mucho en la publicidad, por lo que hay bastante unidad entre los dos campos”.

Los actores de doblaje ejercen una profesión para la que todavía no existe titulación oficial, y que “siempre ha estado infravalorada”, confirma Serrano. “Hay bastante desconocimiento, por eso el empeño que tenemos en dar a conocer nuestra profesión. Esto nos ayuda a poner en valor lo que sacamos con lo que tenemos: con el poco tiempo, con los materiales, con la poca información…”, ha añadido Serrano. Respecto a la infravaloración del doblaje español, Mora considera que se debe a que el público no está acostumbrado a la manera de trabajar de los actores de nuestro país: “En España los actores tienen un enfoque diferente, el estudiar teatro les hace ser más expresivos. En las películas extranjeras, tienen una forma de interpretación distinta, y al darle un toque sobreactuado remarcan más lo que quieren decir y hacen del doblaje español lo que es, que yo creo que es muy bueno”.

Integración y publicidad

El intrusismo en el doblaje es otro de los factores que degradan esta profesión. Muchos cantantes e intérpretes ejercen este trabajo por el simple de hecho de tener una imagen popularmente conocida que puede dar mayor publicidad al proyecto en el que trabajan. “Cuando son actores, aunque no están acostumbrados a la dinámica del doblaje, al menos saben interpretar”, ha revelado Serrano. Además, ha confesado que lo único que les afecta de todo esto, es que un famoso que no tiene nada que ver con la interpretación cobre el triple por el mismo trabajo que hace un profesional. En cambio, el director que también pone voz a Barry en ‘Cosas de casa’, ha afirmado que él no está en contra, aunque cree que en casos como el de Chenoa o Santiago Segura sí que hay predominio de la voz sobre el personaje en la película. Aun así, cree que “gente que no tiene que ver con el doblaje, no solo se ha integrado perfectamente, sino que, incluso, ha dado un trabajo excelente como José Mota en ‘Monstruos’”.

En la publicidad también colaboran personas que no ejercen esta profesión, pero en este caso, los spots son de menor duración y no tan elaborados, por lo que Massana considera que basta con que “el locutor sea empático y sepa conectar con la gente. Al igual que debe tener desparpajo, una cierta capacidad para comunicar y ganas de vender el producto”.

En el 2017 se pusieron en marcha huelgas por parte de 400 actores de doblaje. Estas protestas se fueron alargando debido a que las empresas no estaban dispuestas a ceder, ya que “significaría dar una parte de su poder, de los derechos que están en el limbo” y a los que deberían tener acceso los trabajadores, ha declarado Serrano. Los actores reclamaban la modernización de la normativa, debido a que mantienen el mismo salario desde el 98 y a que su poder adquisitivo ha decrecido porque “la normativa y la parte salarial es del Pleistoceno”. También considera que “las huelgas han dejado secuelas” en muchos de los proyectos y en el mundo del doblaje. Además, tal y como ha explicado el director de “Aula 51”, “al no existir un convenio, lógicamente el cliente se va donde se ofrece un precio más ventajoso”, lo que ha provocado que mucho trabajo se haya ido fuera, ya que en Madrid tienen un precio sensiblemente superior al resto de las comunidades. “Ahora el convenio ha terminado su vigencia y veremos qué pasa con el siguiente”, ha declarado con tono esperanzador.