Crítica de «The Mandalorian»: El futuro de «Star Wars» podría ser prometedor

Buena parte de los fans de «Star Wars» están de acuerdo en que los estudios Disney, que en 2012 adquirieron los derechos para la galaxia muy muy lejana diseñada por George Lucas, han estado a punto de arruinar la saga para siempre con la trilogía a la que el estreno de «El ascenso de Skywalker» (2019) puso cierre hace unos meses. Sin embargo, coinciden también, sigue habiendo esperanza para ella, y hay que agradecérselo a «The Mandalorian». La primera serie de acción real del universo «Star Wars», producto estrella de la nueva plataforma de «streaming» Disney+, gusta a casi todo el mundo. Y no solo a causa de Baby Yoda, el adorable alienígena de enormes orejas que puso internet patas arriba el noviembre pasado; también porque sus ocho episodios exudan aroma «vintage» y, a diferencia de la trilogía de Disney, cuentan una historia tan sencilla que hasta un niño de siete años podría entenderla.

Homenaje a Sergio Leone

Disney+ ha llegado a España con casi seis meses de retraso, cuando la serie ya se ha convertido en la más pirateada del momento. Pese a ello, expliquemos que transcurre unos años después de lo sucedido en «El retorno del Jedi» (1983) y que su personaje titular es un cazarrecompensas que viaja por la galaxia persiguiendo fugitivos a cambio de un botín. Y mientras los observa a él y al alien orejudo deambular juntos a través de diversos sectores galácticos, «The Mandalorian» funciona a modo de homenaje a los «spaghetti-westerns» de Sergio Leone. En el proceso, la serie funciona como una colección de fragmentos narrativos razonablemente cortos –solo uno de ellos supera los 45 minutos– y mayormente autoconclusivos cuya forma de relacionarse con el espectador no podría ser distinta de la de la trilogía protagonizada por Rey, Finn y Kylo. Porque los fans llevaban tantos años conjeturando sobre cómo iba a resolverse el noveno y último relato cinematográfico de los Skywalker que ningún final podría haber resultado satisfactorio.

Pero uno se sienta frente a «The Mandalorian» sin grandes expectativas, ni pistas acerca del camino narrativo que va a seguir. Si a «El ascenso de Skywalker» se le fue la mano a la hora de reciclar elementos de la trilogía original, la nueva serie se limita a aludir a ellos, y por lo demás se desenvuelve en su propio territorio autónomo dentro de la mitología «Star Wars». Se trata de un universo que derrocha vida, y el formato televisivo nos da la oportunidad de tomarnos nuestro tiempo para adentrarnos en él en lugar de dejarlo atrás a la velocidad de la luz.

Es cierto que algunos de los episodios dan la sensación de ser innecesarios y carecer de rumbo, que los diálogos a menudo resultan rígidos e impersonales –en ese sentido, no ayuda que el rostro del protagonista permanezca oculto tras una máscara y su voz suene levemente distorsionada– y que durante buena parte de la temporada dedica un esfuerzo excesivo a su propia simplicidad. Para compensar, eso sí, «The Mandalorian» proporciona un final absolutamente satisfactorio que incluye varios momentos cruciales para sus personajes, algunas revelaciones importantes y mayores dosis de intriga alrededor de su villano central, al tiempo que preserva el misterio principal para próximas temporadas y demuestra que, en realidad, el futuro de «Star Wars» es bastante prometedor.