Televisión

La BBC, en la boca del lobo

Si la corporación ya se encontraba en crisis ante las presiones de Boris Johnson por eliminar su tasa de licencia, ahora se enfrenta a una nueva dificultad: en junio se hace efectiva la renuncia de Tony Hall, su director general

Vista exterior de la New BBC Broadcasting House, sede de la cadena BBC, en el centro de Londres.
Vista exterior de la New BBC Broadcasting House, sede de la cadena BBC, en el centro de Londres.larazonLa Razón

Ningún medio de comunicación está pasando por un buen momento ante la crisis actual del coronavirus. A pesar de los esfuerzos informativos, es inevitable que las consecuencias de la situación que vivimos salpiquen a las diferentes empresas. Sin embargo, podríamos decir que estas complicaciones aumentan en el caso de la BBC. La crisis que vive el servicio público británico viene de largo, tanto en términos económicos como corporativos, pues se ha visto afectada desde antes de que la amenaza del coronavirus llegase a Europa. Todo comenzó con la dimisión de Tony Hall, director general de la BBC durante los últimos 7 años. En enero anunciaba que abandonaba el cargo: “Si hiciera caso a mi corazón, no me querría ir nunca. Sin embargo, creo que parte fundamental de cualquier liderazgo es poner siempre en primer lugar los intereses de la organización”, explicó en su momento.

Dicha renuncia fue la respuesta, entre otras cosas, a las presiones que Boris Johnson venía haciendo desde hace unos meses hacia la BBC: el Primer Ministro británico acusaba a la corporación de no haber demostrado imparcialidad y neutralidad ante el Brexit, a lo que Hall respondió asegurando que “en plena era de ‘fake news’, la BBC sigue siendo el estándar de oro de la imparcialidad y la verdad”. Pero el enfrentamiento no quedó ahí, pues el partido euroescéptico también pretende eliminar en un futuro la tasa de licencia que pagan los británicos y que supone el principal sustento económico de la cadena. “Uno debe preguntarse si esta financiación tiene sentido a largo plazo”, dijo Johnson. Independientemente de su sentido, sí que supondría una gran pérdida para la BBC, pues cada ciudadano que cuente con un receptor de televisión o radio para consumir productos de la corporación debe pagar poco más de 180 euros anuales. Y no olvidemos que se trata de la cadena de referencia en el Reino Unido.

Con esto, la renuncia de Hall se haría efectiva a principios de junio, pues en su momento explicó que respetaría un periodo de prórroga mientras buscaban un sustituto. “En los próximos seis meses mi prioridad, como siempre, será la de defender esta gran organización y continuar dirigiendo nuestra reinvención”, afirmaba en enero. Sin embargo, ha ocurrido algo que no entraba ni en sus planes ni en los de la BBC: la crisis del coronavirus. A pocos días de hacerse efectiva la dimisión de Hall, no hay candidato seguro que le sustituya en el cargo pues, según informa “The Guardian”, el nombramiento debe retrasarse por la crisis actual hasta, como mínimo, enero de 2021. Por tanto, ¿estará la BBC con una dirección en el limbo hasta el próximo año?

Tony Hall, director general de la BBC
Tony Hall, director general de la BBCPOOL NewReuters

Según la publicación británica, la BBC está discutiendo retrasar la búsqueda de un nuevo director “debido al impacto de la pandemia en el proceso de reclutamiento”, en el cual, especifican existe una “lista donde solo hay una mujer presente”. Explican que las entrevistas para reemplazar a Tony Hall se trasladarían de junio a septiembre, de tal manera que el candidato esté listo para enero.

Pero la crisis no solo ha hecho que el proceso se retrase, sino también que la cantidad de solicitantes sea menor. Muchos se han arrepentido porque “son altos ejecutivos de empresas que se enfrentan a problemas tales como despedir a cientos de empleados y reducir costos”, aseguran fuentes a “The Guardian”. Se sabe que la BBC preseleccionó a tres candidatos: Will Lewis, ex director ejecutivo de la editorial del “Wall Street Journal”, y dos de los ejecutivos más importantes de la corporación: Tim Davie y Charlotte Moore. Asimismo, figura un cuarto nombre que sería el candidato con más papeletas a suceder a Hall: Doug Gurr, jefe de operaciones de Amazon en el Reino Unido.

Independientemente de quién sea, lo que sí aseguran es que la BBC se está metiendo poco a poco en la boca del lobo de donde es difícil escapar. Eso sí, de manera involuntaria, pues nadie esperaría una crisis de magnitudes como la que vivimos actualmente y que coincidiera con la dimisión de Hall. Sin embargo, hay un atisbo de luz que podría indicar el camino a una mejor etapa a la corporación británica: como solución que haga de contrapeso a las pérdidas, están estudiando lanzar una plataforma de la BBC con suscripción global, donde se incluirán todos los contenidos originales de la corporación. Teniendo en cuenta que las series británicas cada vez son más valoradas por el público, habrá que ver cómo saltan a un mundo tan competitivo como el del “streaming”. Sin embargo, esto solo es una posibilidad. Habrá que seguir esperando para ver dónde desemboca el túnel en el que está inmersa la BBC.