Series

Filmin saca músculo con «El colapso»

La plataforma de «streaming» española compite con sus homólogas americanas con series más imprevisibles

Imagen de "El colapso"
Imagen de "El colapso"FIlmin

Algún día tenía que ocurrir y ha sido durante este estío tan incierto. Filmin ha dado un golpe de autoridad con el estreno «El colapso» para recordar a los seriéfilos que no conviene perder de vista a esta plataforma de «streaming» española. La opinión de la crítica y de los espectadores ha sido unánime: la producción francesa es la mejor de año. Para recibir este título honorífico –que se da y se quita hasta el próximo estreno impactante– quizá hay un aspecto emocional que ha removido a los espectadores: el confinamiento a causa de la crisis sanitaria.

El cofundador y director editorial de Filmin, Jaume Ripoll, confirma a LA RAZÓN que no había una estrategia para emitir «El colapso» tras los picos más altos de la pandemia. «Nosotros ya estábamos detrás de ella desde octubre del año pasado, cuando se anunció que se iba a estrenar al mes siguiente en Francia. Después de una negociación muy dura, en abril ya era nuestra. Luego había que traducirla al castellano... Se ha estrenado en estas fechas por este proceso; no por el coronavirus», explica Ripoll, que añade, «incluso tuvimos un cierto miedo antes de programarla porque quizá el espectador no quería ver series tristes sino ficciones más alegres. Pero al final decidimos emitirla porque estaba conectada con la actualidad».

Jugar en otra liga

Filmin no solo vive de «El colapso». Su catálogo de series no es nada desdeñable con títulos como «Cuando el polvo se asienta» (que se centra en el antes y después de un atentado terrorista) y «Home Ground», que tiene como protagonista a una entrenadora de un equipo de fútbol masculino. Las técnicas de rastreo de la compañía son más modestas que las de las mastodónticas plataformas de «streaming» como Netflix, HBO y Amazon, pero les está saliendo bien la jugada. «Es una combinación de criterio, la intuición y, sobre todo, la agilidad. Vemos muchos contenidos y eso nos ayuda. Por eso tenemos la suerte poder ofrecer a nuestros suscriptores series de tanta calidad como, ‘‘The Virtues'‘, ‘‘Los Durrell'' –la adaptación de la ‘‘Trilogía de Corfú‘‘, de Gerald Durrell– y ‘‘La ruta del dinero'», comenta.

Lo que tiene claro es que no van a pujar por series juveniles –«es muy complicado llegar a ese público»–, apunta Ripoll, y sí por ficciones que sean adaptaciones literarias, con vocación clásica, o bien que estén basadas en hechos reales y que tengan un formato singular. Tampoco se olvidan de series del pasado que aún tienen su público como las británicas «Sí, primer ministro», «Retorno a Brideshead», «Fanny y Alexander» y «Holocausto», entre otras.

Ripoll no cree que haya una burbuja de series; su análisis va más allá: «Lo que sí que ha sucedido es una inflación de series de alto coste. La ficción televisiva hoy en día tiene un presupuesto mucho mayor que las se filmaron hace diez años. Y de hecho se ve. Como espectadores una ficción de hace tiempo se ve ahora muy vieja, no temáticamente, sino formalmente. También han adoptado formatos cinematográficos en aspectos como la fotografía, decorados, vestuario... ¿Qué es sostenible este modelo? A corto plazo sí”.