Los “reality shows”: la nueva fijación de Netflix

A principios de esta semana, en un escueto memorándum interno, Netflix anunciaba la salida de la empresa de Jessica Neal, jefa de recursos humanos durante los últimos cuatro años, vinculada a la empresa desde 2006 y artífice, según dicen los que entienden, de la explosión de la plataforma de «streaming» como fenómeno y su crecimiento desde los alquileres de DVD hasta los 204 millones de suscriptores en todo el mundo. La marcha de Neal, una de las doce personas «elegidas» que respondían directamente ante Reed Hastings, el «jefazo» del invento, es la punta del «iceberg» de una serie de movimientos empresariales desde el pasado enero que hablan del dificultoso encaje de bolillos del nuevo Hollywood, que ya no se mide en entradas vendidas sino en minutos sin darle al «stop».

La noticia se produce, casualidad o no, la misma semana en la que conocemos el cierre de las míticas cadenas de cine estadounidenses ArcLight y Pacific, grandes en la costa este y cementerio de nostálgicos; y también, cuando el gigante de la televisión (y cine) bajo demanda presenta la ristra de contenidos con los que está dispuesto a ser el nuevo estándar del audiovisual en todo el mundo.

Más realidad y menos guion

En una presentación a los medios en la que se vieron nuevas imágenes de «El inocente» (con Mario Casas y José Coronado) y se anunciaron las fechas de estreno de las nuevas temporadas de «El vecino» (21 de mayo) y «Élite» (18 de junio), Netflix mostró sus líneas maestras para lo que queda de año: volcarse en la producción de «reality shows» para intentar compensar el trozo de la tarta que inteligentemente le viene «robando» la televisión lineal. Para ello, «la gran N» ha desestimado ese otrora lustroso «original» con el que bautiza a producciones propias y ajenas y ha fichado a Mónica Naranjo para devolverla a una isla llena de parejas poco lúcidas en busca de cariño. «Amor con fianza» todavía no tiene fecha de estreno, pero contará con el aliciente de un premio final para los más fieles.

En otro de los programas presentados y como si de una diva del clan Kardashian se tratara, Netflix ha anunciado el seguimiento del día a día de la «influencer» y empresaria Georgina Rodríguez. Con la intención de presentarla como alguien más allá de la imagen que proyecta como la pareja del futbolista Cristiano Ronaldo, «Georgina» quiere explicar «quién hay detrás del personaje», según detalló la plataforma. Pese al aluvión de novedades, Netflix habló todavía con secretismo de «Insiders», una de sus grandes apuestas para lo que queda de año y cuyo formato, todavía desconocido, promete decisiones morales a cambio de un bote de 100.000 euros.

La prolífica producción documental de la plataforma que, en lo inmediato, pasa por una serie «con perspectiva de género y denunciando la homofobia» sobre el truculento caso Wanninkhof-Carabantes, narra una estrategia de una fuerte inversión. En el audiovisual extranjero (50 millones a Rian Johnson y Daniel Craig por película) y patrio, sí, pero también con la vuelta al recursivo «token» de las salas de cine, estrenando en este formato solo aquellas películas que considere «evento» o quiera proponer para galardones. Así, filmes como «Ejército de los muertos» (21 de mayo), de Zack Snyder, podrá verse en salas mientras que otros proyectos, sin ese aura de ir al estadio como «La mujer en la ventana» (14 de mayo), se estrenarán por la vía digital.