Guerra

El inicio del ataque ruso a Ucrania sorprende en directo al corresponsal de CNN, y se equipa con el chaleco antibalas

Las primeras detonaciones se escuchan en una de las conexiones con el corresponsal de noticias en Kiev

Momento en el que el corresponsal para a ponerse el chaleco antibalas
Momento en el que el corresponsal para a ponerse el chaleco antibalasCNNfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@40deb465

Cuando pensábamos que las guerras se libraban de otra manera, cuando creíamos que las batallas eran estrategias digitales y el control del poder, el mundo ha amanecido hoy con una noticia que ya ha convertido a la jornada del 24 de febrero en un día que pasará por desgracia a los anales de la Historia. Esta mañana Rusia atacaba a Ucrania. A pesar de que la tensión se ha vivido durante los últimos días con mucha intensidad ha cogido por sorpresa a todos. También a la CNN en una conexión en directo que circula por las redes.

El corresponsal de noticias en Kiev, la capital de Ucrania, Matthew Chance, daba cuenta de la última hora desde una azotea de un edificio de la ciudad cuando de pronto se han empezado a escuchar fuertes detonaciones. Sorprendido por los acontecimientos pudo decir: “Está habiendo grandes explosiones en Kiev ahora mismo”. La realidad estaba superando lo que tenía en la cabeza, sin lugar a dudas.

Detonaciones en plena emisión

“No puedo ver dónde han sido, pero he escuchado cuatro o cinco explosiones hace unos minutos”, admitía e intentaba argumentar mientras intentaba ver en el horizonte qué ocurría con exactitud.

Desde los estudios de la CNN, uno de los presentadores lo inquirió: “¿Habías escuchado alguna explosión de este tipo desde que estás en Kiev?”. Y ahí la respuesta fue contundente: “No, nunca he escuchado esto en Kiev”, comentó Chance, a pesar de que ha mantenido la calma en todo momento.

Dadas las dificultades de la situación, los propios compañeros se preocuparon por ellos y tanto periodista como cámara decidieron, al menos, ponerse un chaleco antibalas y un casco. Eso sí sin cortar la emisión para continuar después con su trabajo y lograr seguir adaptando la conexión, el retorno con el estudio y los micrófonos. Trabajar así es otra liga. Queda claro.