Estreno
Agárrate a estos “Fantasmas”
TNT estrena esta serie de ficción, adaptación americana del original británico del mismo nombre, y que ya ha conseguido ser renovada para una segunda entrega
Ya estamos más que acostumbrados a ver cómo los americanos cogen jugosas producciones (la mayor parte británicas y nórdicas) y dándoles su propia perspectiva la lanzan como un producto novedoso. El enésimo ejemplo es el de «Fantasmas», que acaba de estrenar su primera temporada en TNT, y que ha sido uno de los mejores estrenos de la temporada de la CBS en Estados Unidos, con un promedio de 8,3 millones de espectadores desde su estreno en octubre. Tanto es así que al cabo de dos semanas de su inicio, la comedia obtuvo el encargo de producir una temporada completa y, posteriormente, renovó por una segunda entrega.
La premisa es un clásico, dos jóvenes en pleno apogeo de su amor y edad reciben la (triste) noticia de que se ha muerto un familiar del que no habían oído hablar y van a recibir (alegre) una herencia inesperada: un caserón envejecido al más puto estilo «Esta casa es una ruina», Woodstone Mansion. Samantha (Rose McIver) es una periodista freelance y Jay (Utkarsh Ambudkar), es un chef urbanitas que deciden pasar un tiempo en la casa y ver si les conviene convertirlo en un atractivo «Bed and Breakfast». Pero la casa viene con regalo: a lo largo de los años en esas tierras se ha ido muriendo gente de todas las épocas y ahora siguen allí como fantasmas. Estas almas perdidas forman un grupo de lo más variopinto que incluye, entre otros, a una cantante de la época de la Ley Seca (Danielle Pinnock), un militar pomposo del siglo XVIII (Brandon Scott Jones), una hippie de la década de los sesenta amante de los alucinógenos (Sheila Carrasco), un boy-scout ochentero muy entusiasta (Richie Moriarty), un vikingo de 1009 obsesionado con los bacalaos (Devon Chandler Long), un yuppie de los noventa sin pantalones (Asher Grodman), un nativo americano sarcástico del 1500 (Román Zaragoza), y una dama de la alta sociedad del siglo XIX (Rebecca Wisocky), esposa de un barón ladrón del 1800 que es el antepasado de Samantha.
La comedia está muy conseguida gracias al trabajo de los actores y las situaciones cómicas que se crean cuando los fantasmas ven truncadas sus monotonías con las obras que quiere hacer la pareja para montar su hotelito. Quizá se abusa demasiado de los tópicos asociados a cada personaje y su épica y alguien se canse de oír gritar al vikingo que quiere aplastar cabezas. Todo se precipitará cuando tras un accidente Samantha puede ver y oír a los fantasmas y la relación cambia porque cada uno de ellos lleva años intentando calmar su alma. Así la ficción se estructura entre las reformas e historias que nos ayudarán a conocer mejor a cada fantasma, y según sus creadores también les sirve para «arrojar luz sobre la historia estadounidense». Y ojo al bajar al sótano, que al encender la luz conocerán a los que murieron de cólera. Los nuevos inquilinos también tendrán que vérselas con una familia rival, los Farnsby, que pondrán en aprietos su estilo de vida y sus proyectos. Las expectativas están altas para la segunda temporada en la que se añadirá el aliciente (si no pasa nada) de que lleguen los primeros inquilinos al «B&B».
La primera temporada de la serie, creada por Joe Port y Joe Wiseman, consta de 18 episodios, de los que se emitirán dos capítulos cada semana a las 22:55h. Los nuevos episodios estarán disponibles también en TNT Now y en el servicio de vídeo bajo demanda de los operadores de televisión al día siguiente de su emisión en el canal.
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