Telecomunicaciones
La Torre de Collserola: un emblema olímpico al servicio de las telecomunicaciones
30 aniversario de uno de los principales centros de radiodifusión en España
La celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 impulsó la construcción de una de las torres de radiodifusión más importantes del territorio español: una infraestructura moderna, de vanguardia, que cubría todas y cada una de las necesidades que solicitaba el evento, al servicio de un hito en nuestra historia de las telecomunicaciones y bautizada como Torre de Collserola. Una estructura que, décadas después de su creación, continúa siendo uno de los espacios más representativos de recepción y transmisión de señales radioeléctricas, convertida en un icono de la ciudad de Barcelona.
La Torre de Collserola celebró, el pasado 25 de julio, 30 años de su puesta en marcha. Tres décadas ofreciendo espacios para servicios de infraestructuras de telecomunicaciones, principalmente difusión de radio y televisión; transmisión de voz y datos y red de comunicaciones de emergencia y seguridad.
Con este motivo tuvo lugar un acto de homenaje presidido por el vicepresidente del Gobierno y consejero de Políticas Digitales y Territorio de la Generalitat de Cataluña, Jordi Puigneró, y al que no faltaron los representantes de las empresas e instituciones que gestionan la infraestructura: Cellnex Telecom, Telefónica, el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información de la Generalitat (CTTI) y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que pronunciaron unas palabras para destacar la importancia de la torre.
Durante el evento, principiado por Enrique Fernández, presidente del Consejo de Administración de Torre de Collserola, se hizo un recorrido por esos 30 años de historia, en los que el complejo ha jugado un papel fundamental en el desarrollo del ecosistema de las telecomunicaciones, así como los beneficios pasados y futuros que están por recorrerse en el sector.
La compañía Cellnex, que se encuentra en plena expansión internacional, fue una de las protagonistas del coloquio. Durante su discurso, Albert Cuatrecasas, director general de Cellnex España, destacó los aspectos positivos que la Torre ha supuesto para todo el país. «Es el kilómetro 0 de la red de transporte de Cellnex en Cataluña y un centro de control neurálgico para toda España, 24 horas al día, 7 días a la semana», aseguraba, al tiempo que ponía de relieve los servicios prestados desde sus instalaciones: «Más de cinco millones de personas tienen acceso a la Televisión Digital Terrestre (TDT) y a la radio, entre otros muchos servicios considerados críticos, como la red de seguridad y emergencias para policías, bomberos, guardas forestales y servicios médicos». Además, ha servido como «cantera de muchos estudiantes de ingeniería que han hecho carretera en Cellnex», añadía.
Inicios y beneficios
Los comienzos de la Sociedad Torre de Collserola se remontan a 1987 con el objetivo social de construir y explotar este complejo de telecomunicaciones. Tras la convocatoria de un concurso internacional, el arquitecto Norman Foster puso en marcha la creación de lo que él mismo definió como un nuevo icono para la ciudad: «Una torre constante en su lugar y al mismo tiempo cambiante, según el momento y la perspectiva». Un complejo de más de 288 metros de altura compuesto por la Torre, un edificio auxiliar y una urbanización exterior ubicada en el Turó de la Vilana, en la Sierra de Collserola (Barcelona), muy cerca del famoso Tibidabo. En paralelo, el Ayuntamiento de Barcelona otorgó a la Sociedad Torre de Collserola, SA. la concesión de uso de los terrenos situados en el Cerro de la Villana (Sierra de Collserola) durante 50 años.
¿Cuál es la función principal de la Torre de Collserola? Como referente para la transmisión de la señal radiotelevisiva. Desde la Torre, se controla la cobertura audiovisual de Cataluña y el resto del Estado, así como importantes servicios públicos, entre los que se encuentra la red de comunicaciones de emergencia y seguridad de la Generalitat de Catalunya o el Ayuntamiento de Barcelona. Así, también llevan el control de cuencas, mensajería, geolocalización, y la existencia de un Centro de Procesamiento de Datos.
Además, también controla la señal de transmisión de voz y datos, así como un enclave singular tanto desde el punto de vista técnico como urbanístico, estableciéndose en un centro nodal desde el que se supervisa y gestiona una amplia red de radioenlaces y servicios de conectividad.
De esta manera, la Torre dispone de 13 plataformas construidas en forma de triángulo equilátero de lados curvos: 11 de ellas dedicadas a los servicios técnicos de telecomunicaciones –equipamiento electrónico en el interior, y antenas y radioenlaces en el exterior–; la décima planta es un mirador público a 116 metros de altura, con vistas panorámicas sobre la ciudad de Barcelona y su área metropolitana, mientras la trigésimo tercera es la cubierta.
La Torre de Collserola cumple así 30 años al servicio de las telecomunicaciones, cumpliendo con todos los estándares necesarios para continuar siendo uno de los mayores puntos de señal y radiodifusión del país.
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