
San Sebastián
«33 días»: Carles Porta estrena ficción
atresplayer presentó en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián la primera serie del género del periodista, inspirada en uno de los casos reales de «Crims» de 2001

Carles Porta bromeó con que «33 días», de CarlesPorta, es «marketing falso», porque la primera serie de ficción del periodista, que se presentó este miércoles en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián de la mano de atresplayer, tiene su huella por todas partes. La producción de seis capítulos de 30 minutos se estrenará pronto en la plataforma de Atresmedia, y ficciona una historia real: la fuga de 33 días de los presos de la cárcel de Ponent de Lleida en 2001, Brito y Picatoste.
La presentación de la serie producida por Atresmedia en colaboración con Luminol Media, Goroka y Lastor Media, contó con la presencia en el Kursaal de Montse García, directora de ficción de Atresmedia, Emilio Sánchez Zaballos, director de atresplayer, el periodista Carles Porta, la directora de la serie Anaïs Pareto y los actores principales, José Manuel Poga, Julián Villagrán, Nausicaa Bonnin, Pau Durà y Blanca Parés. «Es una apuesta maravillosa», adelantó Montse García, que aseguró que su estreno será «muy pronto», en la plataforma que dirige García Zaballos, que insistió en que «33 días» es la demostración de la variedad de contenidos y duraciones que oferta atresplayer. La trama sigue a dos presos que planean y llevan a cabo una fuga de película. Prieto (Poga), un peligroso criminal, y Calatrava (Villagrán), un delincuente adicto, se escapan con una treta y se convierten en la primera prueba a la que se someten los Mossos d’Escuadra, recién creados. El inspector de los Mossos, Pau García (Durà), y la subinspectora Clara Moyano (Bonnín) comenzarán la caza. Tras agradecer el trabajo de todo el equipo y de los guionistas, Javier Olivares, Jordi Calafí y Xabi Puerta, explicó que «venimos del true crime y allí hacemos realidad», y desveló el origen de su primera serie de ficción: «José Antonio Antón (director general de Atresmedia) se obsesionó con hacer esta serie y nace de ahí». Y matizó la fórmula usada para poder extender el caso real sin restricciones: «Hemos cambiado el nombre de todos los protagonistas, para cuidar la libertad creativa y respetar la intimidad de los personajes». Esto es ficción, porque «la realidad ya la hicimos en la serie de ‘Crims’».
Intervino la directora de la serie para decir que «cuando se me propuso, me interesó la psicología de los personajes; qué pasaba entre ellos; qué les llevaba a hacer cosas como esas». Y en todos esos puntos «coincidía con Carles». En la raíz de «33 días», está «entender esas vidas y tratarlo con respeto». La palabra fue entonces para los fugados. Poga quiso compartir con los presentes que, después del visionado del primer episodio, «tengo ganas de verla. Me veo ahí y las hemos pasado canutas». Lo dijo en referencia a que hubo «momentos agradables y otros no tanto». Pero su apunte de la idea que atraviesa la serie fue contundente: «Dos inadaptados se encuentran en un fallo del sistema penitenciario». El actor que interpreta a Prieto llegó a asegurar que cuando vio el capítulo de «Crims» exclamó: «Da para una serie». En cuanto a su papel, reconoció que «me ha vuelto a tocar el mal», y lo trató con cuidado porque «no me gusta manosear los personajes; tiene familia y siente». Y reconoció que aunque «me leí el guion y decía vaya bicho», se esforzó en pensar que «a lo mejor, los malos no son los malos y son las víctimas de este sistema». Creo a Prieto trabajando «de dónde viene esa maldad. A lo mejor le faltó un abrazo».
Por su parte, Villagrán, metido en la piel de Calatrava, consideró el trabajo «un privilegio», porque conocía de antemano el éxito de ese caso de «Crims». «El reto era no juzgar al personaje y contar la motivación». Y explicó un elemento importante para conseguirlo: «Ha sido un privilegio contar con los datos del caso real, el acceso a las cartas que se escribían entre ellos, el perfil psiquiátrico de la cárcel y los audios del juicio para buscar la energía y la forma de hablar y por qué hacen lo que hacen». Los agentes de la ley reconocieron que aunque «somos los buenos», es con «capas», y también tuvieron que hacer su propio trabajo de introspección para «profundizar en esos personajes y encontrarles las aristas y los motivos personales que les han llevado allí». Concretamente, Bonnìn hizo hincapié en que la serie transcurre «en este contexto policial de finales de los 90, donde todo es testosterónico, e interpretar a una mujer, con esta perspectiva, me parecía muy necesario». Pareto recuperó la palabra para resaltar la importancia en la trama de la relación de los fugados: «Mi teoría es de un caso de codependencia confirmada. Me llamaba la atención cómo justificar llegar a hacer cosas muy límite. Y uno rompe esa codependencia, abre los ojos y se da cuenta de que le llevan a lugares oscuros y eso le hace daño».
Un caso muy mediático y conflictivo
►El caso real de la fuga de Manuel Brito y Francisco Javier Picatoste fue apertura de muchos diarios e informativos de octubre y noviembre de 2001. Además, y como explicó Porta en la rueda de prensa, «somos honestos con la realidad. Es el primer caso importante en los Mossos desplegándose en Cataluña, cosa que no es bien recibida por la Policía y la Guardia Civil». Además hubo presión política exigiendo responsabilidades a la administración penitenciaria catalana. La idea del periodista radica en «partir de la realidad, retratar la esencia y construir los arcos argumentales de los personajes».
✕
Accede a tu cuenta para comentar