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Estreno

David Duchovny desclasifica la oscuridad humana

Canal Historia estrena la serie «Expedientes desclasificados», presentada y narrada por el actor de «Expediente X» y con aporte de nuevas revelaciones sobre casos raros

David Duchovny presenta y presta su presencia para esta serie documental AMC

«Alo largo de los tiempos, los gobiernos y quienes trabajan para ellos han hecho cosas extrañas en nombre de los intereses nacionales». Así comienza cada episodio de «Expedientes desclasificados con David Duchovny», serie de 10 episodios que acaba de estrenar Canal Historia, producida por AMC Networks International Southern Europe, en la que el mítico actor desvela una lista enorme de secretos, muchos de ellos desconocidos, que han esperado a ser revelados décadas después. Gracias a la voz a la que estamos acostumbrados de Mulder en «Expediente X», seguimos a David mientras nos presenta capítulo a capítulo hechos históricos que se mantuvieron en secreto en su concepción y su desarrollo, y fueron descubiertos décadas después por las leyes de transparencia o bien quedaron expuestos tras algún accidente. Desde operaciones encubiertas hasta experimentos científicos inusuales, pasando por encubrimientos mortales y tecnologías misteriosas, la producción examina el alcance de las acciones de los gobiernos que han operado en la sombra en nombre del interés nacional.

En el primer episodio, bajo el epígrafe «Secretos de los cielos», la producción narra, entre otras historias, el descubrimiento de un accidente aéreo en Carolina del Norte que casi desencadenó un Armagedón nuclear; la historia de un ataque OVNI a una base de misiles de EE UU, que fue ocultado durante décadas; un audaz robo israelí para robar un avión de combate de última generación. Varias narraciones convergen en el famoso Área 51 cuando se creó la aeronave El Ángel (U-2), responsable de más del 50% de los avistamientos de OVNIs en Estados Unidos. La respuesta rusa, la vida breve del TU-144 y su litigio con el Concorde franco-británico. Y proyectos como «Blue Book» o «Airborne Alert». La segunda entrega nos habla de las instalaciones secretas más sorprendentes y retorcidas de las últimas décadas. Como el descubrimiento de un laboratorio de veneno mortal operado por el infame «Doctor Muerte» de la Unión Soviética; un vasto sitio de misiles nucleares enterrado bajo la capa de hielo de Groenlandia que acabó por malograrse por el movimiento de los casquetes; y el búnker del fin del mundo del gobierno de EE UU oculto dentro de una montaña ahuecada. Todo bajo subterfugios como un centro de investigación espacial en el centro de Australia, en realidad un centro de espías, o un campamento militar en Colorado, que realmente sirvió para entrenar a los rebeldes tibetanos que liberarían al Dalai Lama de su prisión china.

En «Misiones extremas», Duchovny nos adentra en misiones submarinas como buzos submarinos sumergidos para interceptar una línea de comunicación soviética secreta, y otras en las que un equipo de Operaciones Especiales de soldados suicidas fue enviado a desplegar bombas atómicas en territorio enemigo. Nuevas pruebas sin censura revelarán hasta dónde han llegado tanto unos pocos como la élite en las tierras más hostiles, todo con tal de completar la misión. En el siguiente, «Armas extrañas», la narración va dando tumbos entre lo apocalíptico y lo absurdo. Podremos ver los registros desclasificados que revelarán los programas de armas de alto secreto que intentaron derribar el mundo, destapando la prueba atómica soviética que sacudió la Tierra con una fuerza 1.500 veces más poderosa que la bomba de Hiroshima, la creación por parte de la CIA de un arma que disparaba una toxina extraída de mariscos y el extraño plan secreto de los Aliados para poner fin a la Segunda Guerra Mundial feminizando a Hitler.

En el resto de episodios, estrenados cada lunes, habrá espacio para hablar de los misterios de los «Juegos mentales», programas estatales diseñados para manipular y controlar las mentes, tanto en el laboratorio como en el campo de batalla, contra enemigos, pero también contra ciudadanos; las operaciones encubiertas, ejecutadas por agentes cualificados; el uso de la «Ciencia oscura», como las horribles pruebas de Stalin para crear un superejército híbrido de humanos y simios; o la inquietante razón por la que la Stasi de Alemania del Este recogía los olores de los disidentes en frascos herméticos. Duchovny también indagará sobre lo que se esconde en el «Espacio profundo», como el plan de la NASA para estallar la Luna; la «Tecnología de espionaje» y, lo que es más inquietante, las «Alianzas impías», cuando los gobiernos pactan con sectas, turbas e incluso enemigos acérrimos.

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