
Nueva vida
De estrella infantil a desaparecer: la caída de Jake en "Dos hombres y medio"
Su transformación espiritual, el discurso que lo expulsó de la serie y el silencio que marcó su retiro de la actuación

Angus T. Jones tenía el futuro asegurado: 300.000 dólares por episodio, fama internacional y un lugar fijo en la televisión estadounidense. Con apenas 16 años, ya acumulaba millones gracias a su papel de Jake Harper en "Dos hombres y medio". Pero todo se vino abajo en cuestión de días, y no por problemas de drogas o escándalos típicos de Hollywood, sino por una serie de declaraciones religiosas que lo sacaron de la industria de forma fulminante.
El joven actor se convirtió al adventismo del séptimo día y, en 2012, ofreció una entrevista demoledora para el canal cristiano "Forerunner Chronicles". Allí pidió, sin rodeos: "Si veis 'Dos hombres y medio', por favor, dejad de verla. No quiero estar en ella. Es porquería". No fue una metáfora. Jones arremetió contra el contenido de la serie, lo calificó de nocivo para el cerebro y denunció el mensaje que transmitía. La bomba mediática fue inmediata. No era un actor cualquiera: era el rostro infantil de una de las sitcoms más exitosas de la década.
CBS no tardó en reaccionar. Aunque el equipo intentó suavizar el golpe y él emitió un comunicado pidiendo disculpas, el daño ya estaba hecho. Fue despedido discretamente y su personaje desapareció de los guiones. Solo se le permitió regresar para un breve cameo en el capítulo final, años después y ya en un tono nostálgico. Su carrera, hasta entonces imparable, quedó en pausa indefinida.
Detrás de esas palabras había algo más profundo que una rabieta adolescente. Jones confesó tiempo después que no se sentía bien consigo mismo, que vivía una contradicción constante entre sus creencias y el tipo de contenido que protagonizaba. Incluso reconoció que pasó por etapas de consumo de drogas antes de ese "despertar espiritual". El joven que alguna vez fue la estrella infantil mejor pagada del mundo decidió cortar por lo sano y priorizar su fe por encima de cualquier éxito profesional.
Desde entonces, su vida cambió por completo. No volvió a actuar durante más de siete años, hasta reaparecer en 2023 en un episodio de "Bookie", donde se reunió brevemente con Charlie Sheen. Pero ya no era el mismo. Rechazó nuevas ofertas, se mantuvo lejos de los focos y centró su energía en actividades benéficas y proyectos personales relacionados con su iglesia. Según él mismo dijo: "Ya no siento que cada paso que doy sea una mina terrestre. Estoy en paz".
Hoy, Angus T. Jones es un caso atípico de Hollywood: el niño estrella que lo dejó todo por convicción personal. Su historia no habla de excesos ni de caída en desgracia, sino de ruptura, fe y redención. Una carrera brillante congelada por una creencia, y un joven que prefirió el anonimato al conflicto moral.
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