Dentro de tan solo diez días, Europa entera se marcará su propio cónclave musical. Uno de los 37 artistas participantes en el Festival de Eurovisión 2025 se consagrará como promesa de la música europea, haciéndose de igual manera con el ansiado micrófono de cristal y la posibilidad de albergar la siguiente edición del certamen en su país.

Las últimas dos jornadas de ensayos han visto a los 16 participantes de la segunda semifinal subirse por primera vez al escenario. El próximo jueves 15 de mayo, serán esos artistas los que se jueguen los diez últimos cupos de la gran final de Eurovisión, prevista a realizarse el sábado 17 de mayo.

Aunque la Unión Europea de Radiodifusión no compartirá los adelantos de realización hasta los segundos ensayos, sí que hemos podido tener un ligero anticipo de lo que nos espera en esta eliminatoria. Por ello, repasamos en este artículo nuestras impresiones de los ensayos de la segunda semifinal de Eurovisión 2025.

Australia: Go-Jo - Milkshake Man

Nuestros vecinos de las antípodas celebran este 2025 su décima participación en el festival, y lo hacen abriendo la semifinal. Como guiño al título del tema, el cantante se transforma en ese vendedor de batidos, dispuesto a saciar la sed de sus bailarinas. Las luces de neón se combinan con el fondo psicodélico para crear una explosión de colores a mitad de la canción. El año pasado Australia no consiguió el pase a la final, por lo que consideramos que este año la propuesta puede estar en una zona de riesgo; solo el tiempo lo dirá.

Montenegro: Nina Žižić - Dobrodošli

La nación ex yugoslava vuelve a Eurovisión tras haberse ausentado las dos últimas ediciones. Nina es una veterana en el concurso, ya que participó en el festival de 2013, sin conseguir pasar a la final. Para esta ocasión, el color blanco se vuelve el protagonista indispensable durante los tres minutos de la canción. La niebla y los LED generan misticismo durante la actuación. Creemos que lo tendrá muy difícil para avanzar a la siguiente ronda, aunque los 12 puntos de Serbia están prácticamente garantizados.

Irlanda: Emmy - Laika Party

Para Basilea, la cantante ha cambiado los pantalones por una falda de plata metálica. El espacio exterior no puede faltar en los LED, con una constelación de la perra más famosa del cosmos como protagonista. Erlend, a los mandos del teclado (y de la nave), se encuentra delante del escenario. Es de esas propuestas 'guilty pleasure'; cuesta admitir que te enganchan. Los más pequeños de la casa la disfrutarán sin duda alguna. Si los países nórdicos son benevolentes es capaz de conseguir su hueco en la final. El Reino Unido votará en esta semifinal, lo que la beneficiará aún más.

Letonia: Tautumeitas - Bur man laimi

Una actuación salida de un cuento del folclore báltico. Los flecos que cuelgan del techo se mantienen, poniendo la atención en las intérpretes. El vestuario ha sido renovado, y ahora cada integrante dispone de un mono dorado con un tocado que las termina de transformar en ninfas de los bosques. Lo va a tener difícil para pasar a la final, pero es una de esas propuestas que puede sorprender. Porque una cosa está clara: en Eurovisión siempre hay sorpresas.

Armenia: Parg - Survivor

El concepto de sobrevivir pero reinventado. Salir adelante no consiste en llorar durante la actuación mientras miras a cámara, sino todo lo contrario: correr y saltar mientras el fuego inunda el escenario. Los múltiples juegos de iluminación completan una puesta en escena bastante completa y dinámica. Viniendo después de una canción más relajada como lo es Letonia, los armenios tienen una oportunidad de oro de levantar a la gente del sofá. Un buen desempeño vocal le puede llevar a la final.

Austria: JJ - Wasted Love

Puede que estemos ante el futuro ganador de Eurovisión. Para empezar, la innovadora puesta en escena, diseñada por el español Sergio Jaén, introduce un naufragio en blanco y negro. Durante los tres minutos de la canción, el único color que vamos a poder apreciar va a ser el que nos evoque la propuesta austríaca, que apuesta por jugar con las luces LED para intensificar el momento cénit de JJ. Si se lo pierden el jueves no pasa nada; el sábado la verán sí o sí en la final. Es buena idea echar un vistazo a vuelos a Viena para mayo de 2026.

Grecia: Klavdia - Asteromata

Durante los 3 minutos de su actuación, la representante griega se transforma en una especie de oráculo que vaticina el destino de su tierra. Aunque empiece la actuación en un muelle con sus bailarinas, Klavdia comienza a adentrarse en el bosque para presenciar una debacle protagonizada por las llamas. La apuesta por un vestido negro y el momento final en la roca crean una atmósfera memorable. Una de esas canciones que seguramente volveremos a escuchar en la final.

Lituania: Katarsis - Tavo akys

La ración que le hacía falta al público más alternativo. En lugar de mantenerse concentrados en una misma parte del escenario, la banda se encuentra totalmente dispersa. El paisaje desolado y los colores apagados terminan de dar significado a la propuesta. No suena mucho en las quinielas, pero la diáspora puede aupar al grupo a la final. Todo dependerá de su desempeño en comparación con sus rivales.

Malta: Miriana Conte - Serving

Durante la pretemporada, Malta nos sirvió la dosis de polémica que necesitábamos. Tras verse obligada a cambiar el título de su canción, Miriana se aseguró de poner toda la carne en el asador para ofrecer diversión y disfrute a raudales. Un cambio de vestuario acompañará a la coreografía realizada sobre pelotas de gimnasio. El magnetismo y significado de la propuesta puede llevar a Malta muy lejos, pero el público deberá de ponerse de acuerdo.

Georgia: Mariam Shengelia - Freedom

Una enorme roca geométrica se convierte en la madrina de la actuación georgiana. Las montañas y la luna llenan el fondo del escenario gracias a las pantallas LED. Al igual que en otras actuaciones de la noche, la niebla será un elemento clave a la hora de adornar los tres minutos de Georgia. Los jurados se verían cautivados por el conjunto, pero al tratarse de una eliminatoria de 100% televoto es poco probable que pase a la final.

Dinamarca: Sissal - Hallucination

Dinamarca parece haber aprendido de las críticas recibidas tras el triunfo de Sissal. La vacía puesta en escena que vimos en el Dansk Melodi Grand Prix se ha terminado llenando gracias a la cortina gigante que cuelga del escenario. Se ha decidido prescindir de la pirotecnia para priorizar los elementos perennes. Dinamarca es el país participante que más tiempo lleva sin clasificar; desde 2019 no están en una final. Sin embargo, el carisma y la fuerza vocal de Sissal componen un prometedor intento de devolverle el honor a la nación nórdica.

Chequia: Adonxs - Kiss Kiss Goodbye

Otra de esas canciones donde la pirotecnia descansa para dar paso a la presencia escénica del conjunto. El cantante checo va a juego con sus cuatro bailarines, con los que protagoniza un dance break sincronizado a mitad de la canción. A Chequia le pasa lo mismo que a Bélgica en la primera semifinal: o queda muy bien o queda muy mal, no tiene término intermedio. El año pasado se quedaron a cinco puntos de pasar a la final, por lo que tienen una excelente oportunidad para redimirse.

Luxemburgo: Laura Thorn - La poupée monte le son

Con una puesta en escena muy parecida a la de su preselección, la artista luxemburguesa sabe rendir homenaje al tema con el que ganaron hace seis décadas. El mayor atractivo de la actuación es su casa de muñecas de los sesenta, donde se desarrolla la mayor parte de la canción. Tras su vuelta al certamen el pasado 2024, Luxemburgo cuenta con la difícil tarea de asentarse entre los votantes de los países semifinalistas. El año pasado lograron colarse en la final gracias al efecto novedad de su regreso, por lo que el listón está más alto que nunca.

Israel: Yuval Raphael - New Day Will Rise

Durante los 3 minutos de la actuación israelí, la cantante se sirve de una estructura circular de dos segmentos que emula a una jaula, con escaleras incluidas. En cuanto a su vestuario, se apuesta por un traje negro de mangas enormes, pareciendo imitar un pájaro atrapado. El año pasado Israel ganó la semifinal en la que participó y quedó segunda en el televoto de la gran final.

Serbia: Princ - Mila

La letra de la propuesta serbia ha sido llevada a la realidad gracias a la escenografía. Con una explosión de llamas en el punto álgido de la canción, Princ parece fundirse con el fondo gracias a su vestuario renovado. El traje rojo contrasta perfectamente con la vestimenta negra de sus bailarines, con los que mantiene complicidad durante los tres minutos de la actuación. Una eliminatoria complicada , pero el 12 casi asegurado de Montenegro la ayudará a pelear un poco por la plaza en la gran final.

Finlandia: Erika Vikman - Ich komme

Cierra la gala una de las grandes favoritas para hacerse con el triunfo. La actuación de Erika es prácticamente igual a la que vimos en su preselección. El elemento a destacar del escenario será el gigante micrófono dorado, que elevará a la cantante durante el último tramo de la canción. Si bien es una cantera de televoto, el jurado podría desentenderse en la final. Sea como fuere es una de esas propuestas que sí o sí veremos en la final.