Estreno

¿Es fantasía, es una mujer, una actriz? No, es "Súper Sara"

Max estrena hoy esta serie documental sobre Sara Montiel, creada y dirigida por Valeria Vegas con material inédito

Una de las imágenes inéditas del archivo que se muestran en la serie
Una de las imágenes inéditas del archivo que se muestran en la serieMax

Comienzas a conocer verdaderamente a una persona famosa en el momento en el que lees por primera vez su nombre real. Así sucede con María Antonia Alejandra Vicenta Elpidia Isidora Abad Fernández, nuestra Sara Montiel, que gracias a la serie documental «Súper Sara», que hoy estrena Max, recupera una personalidad arrolladora, una actriz a este y al otro lado del Atlántico, cupletera, violetera, azote del franquismo y, sobre todo, mujer empoderada. Valeria Vegas dirige los tres episodios, que cuentan con imágenes inéditas del archivo familiar facilitadas por su hijo, Zeus Tous, además de testimonios de grandes amigos de la artista, periodistas y gente que formó parte de su intensa vida.

La estructura de la serie no comienza siendo cronológica. Las primeras imágenes que vemos de ella, son como le gustaba estar, al natural, en toples o desnuda bajo un chorro de agua. Desnuda así Vegas a la artista antes de lanzarse a mostrar sus últimos años, los más vilipendiados y marcados por la política mediática de sus apariciones televisivas y el edadismo, para luego retroceder y reconstruir su vida completa. Las grabaciones domésticas con la fecha y la hora y el símbolo de «Rec» son de una riqueza inédita y muestran más veces a María Antonia que a Sara. Fue la manía de Pepe Tous la que nutrió el archivo familiar de vídeos caseros y que ha facilitado el propio Zeus Tous de los momentos más íntimos del matrimonio y de toda la familia. La serie documental cuenta también con los testimonios de grandes artistas de la época, amigos de la artista y periodistas que trazan en líneas generales y luego por temas la vida completa de Montiel. La lista de personas que se han sumado al proyecto es muy completa y destacan Alaska, Bibiana Fernández, Loles León, Norma Duval, Pedro Villora (biógrafo oficial), Luis Fernando Carrasco (amigo íntimo), Enric Majó, Supremme Deluxe, Sharonne, Samantha Ballentines, Chelo García-Cortés, Beatriz Cortázar, José Bono (cercano a la actriz) y Lorena Vázquez, entre muchos otros.

El cénit de una carrera

En palabras de los especialistas y amigos, Sara Montiel fue «la primera ‘sex symbol’ que tiene España», dice de ella Boris Izaguirre, que resalta su podio como mito erótico de la época, mientras que la actriz Loles León reconoce que «cambió mi vida completamente». Otroscomentan si Sara fue «feminista sin saberlo», y que todo el mundo sabía que «tuvo varias vidas». Estructurados en tres capítulos, el primero, titulado, «Los huevos fritos», nos habla de la carrera artística de Sara Montiel, con sus viajes a Estados Unidos, sus amistades y admiración mutua con grandes personajes del estrellato como Marlon Brando, y por supuesto la anécdota de los huevos fritos en la caravana de un rodaje, Elizabeth Taylor y Marilyn Monroe, entre muchísimos otros. Esta parte es divertida con los testimonios de decenas de anécdotas imposibles de la actriz, como sus desplazamientos aéreos siempre llenos de problemas y accidentes, y donde Montiel aseguró que mantuvo el tipo salvando situaciones imposibles frente a gente como Jacqueline Kennedy.

Luego llegaron sus grandes oportunidades en España, con «El último cuplé» o «La violetera», donde alcanzó las cotas más altas de su talento y creó su sello propio pasando por encima de maltratos psíquicos y de abortos. También unos minutos a recordar la época en la que el genio Montiel explotó, parte dictadura en la que tampoco se quedó callada. «Fue la oveja negra del franquismo», dicen de ella, y matiza Bono: «Se sublevó; mientras unos se inclinaban, ella se erguía». Otros capítulos hablan de toda la alegría y toda la tristeza que formaban parte de la misma persona. Y también de la luz que llegó a su vida tras tantos amores frustrados o inventados. «Soñaba con rehacer su vida», dicen, cuando entró en ella Pepe Tous, al que siguió formar toda una familia que podemos ver en su esplendor audiovisual casero. Y es que, como dicen en el documental, «la maternidad de Sara Montiel la hizo más Antonia». Y llega a su momento de artista y empresaria. Y también el declive: la enfermedad y la muerte de Pepe Tous por un cáncer de colon: «La sonrisa desapareció de su cara».

Es recurrente en el metraje encontrarse con qué personaje era Sara Montiel de la propia Antonia. «Sara no era un personaje ficticio, porque era ella. Era Antonia y Sara», dicen, por la dificultad de separar persona y personaje. Lo que está claro es que Sara fue salvaje, deslenguada, un icono pop, pionera de la libertad femenina en la España franquista, pero también una mujer libre, madre y esposa, y tantas otras cosas que solo «Súper Sara», la palabra y el documental, pueden explicar.

Érase una mujer a un puro pegada

►«En Cuba conocí a Ernest Hemingway», contó Sara en un programa de televisión. «Tú eres una mujer española y tienes que fumar puros». De ahí el nacimiento de algo, como dicen en el documental, «anexo» a la artista. Incluso Norma Duval confiesa que Montiel fumaba puros «porque le gustaba». Entre los momentos históricos de su accesorio, cuando intentó fumarlo Carmen Sevilla a su lado o cuando le preguntaron por lo que opinaba la gente sobre ella: «Me fumo un puro».