
Nueva temporada
«El Hormiguero»: 20 años con las hormigas al mando
El programa de Antena 3 inicia su temporada 20 con invitados de impacto, nuevas secciones y 3.000 emisiones que lo confirman como fenómeno televisivo inalterable

La televisión suele ser un territorio frágil, lleno de programas que aparecen con ruido y se desvanecen en silencio. Que un formato cumpla veinte años en antena y llegue a su entrega número tres mil no es precisamente lo común.«El Hormiguero», capitaneado por Pablo Motos y emitido en Antena 3 desde hace más de una década, regresa el 1 de septiembre con una temporada que, más que un reinicio, se parece a una reafirmación: la de un programa que ha encontrado la fórmula para seguir vivo mientras muchos otros se han quedado por el camino.
El primer dato habla por sí mismo: once temporadas consecutivas como líder de audiencia en la franja de mayor consumo televisivo. En su último curso, el programa se quedó con un 15,3 % de cuota media, superando los dos millones de espectadores de media y rozando los 4,6 millones en espectadores únicos cada noche. Esto significa que no solo es el espacio más visto de la noche, sino también el más estable, capaz de repetir liderazgo hasta en el 85 % de las emisiones del pasado curso. Un hábito de consumo que, visto desde fuera, explica por qué es tan difícil que alguien le arrebate el trono.
Lo que mantiene el pulso fresco no es solo la rutina del plató, sino la combinación entre espectáculo, entrevistas, experimentos y la capacidad de adaptarse a los tiempos. La temporada 20 abre con una lista de invitados que busca equilibrio entre nombres clásicos y rostros de actualidad. Esta noche desfilarán Sergio Ramos y Bertín Osborne; mañana, Joaquín Sánchez acompañado de Susana Saborido; el miércoles, Arturo Pérez-Reverte; y el jueves, Ester Expósito. Poco después llegarán Raphael, Mar Flores, Malú, Pablo López, Sebastián Yatra o Mika. Una mezcla que funciona como declaración de intenciones: que nadie quede fuera, ni los cantantes de siempre, ni las estrellas emergentes.
Las hormigas Trancas, Barrancas y la más reciente Petancas vuelven a compartir foco con las secciones que han ido definiendo el tono del programa. No faltarán los vídeos virales de Jordi Moltó, que acumulan cientos de millones de visitas en redes, ni la ciencia de Marron, siempre dispuesta a sorprender con la última tecnología. También se mantienen el espacio gastronómico de David de Jorge, las historias viajeras de El Monaguillo, los retos de Suko, la magia de Piedrahita o las tertulias de actualidad con Tamara Falcó, Nuria Roca, Juan del Val, Cristina Pardo, Rubén Amón, María Dabán y Rosa Belmonte. Y, en paralelo, la tertulia cómica con Susi Caramelo, Piedrahita, El Monaguillo y Marron, una fórmula pensada para que lo solemne y lo desenfadado se turnen sin demasiadas fronteras.
Las novedades llegan de la mano de dos fichajes. Por un lado, Esperansa Grasia, creadora de contenido y cómica revelación que ya ha avisado que su propósito será «marear a Pablo». Por otro, Juan Carlos Ortega, que se encargará de un consultorio peculiar: el primero atendido por personajes diseñados con inteligencia artificial. Un ejemplo de cómo el programa intenta abrazar la contemporaneidad sin renunciar a la ligereza de su estilo.
El componente de espectáculo también se mantiene en los premios y sorteos. El concurso de Openbank, con 6.000 euros en juego cada semana si el interlocutor responde «La tarjeta de El Hormiguero», y el coche que Flexicar pone a disposición de alguien del público en directo son piezas que han pasado de ser detalles simpáticos a tradiciones reconocibles. Una manera de involucrar a la audiencia que no se limita a quienes están en plató.
El impacto de «El Hormiguero» se mide también en su capacidad de atraer nombres internacionales y de construir alrededor de ellos momentos virales que circulan fuera de la televisión lineal. La película anual del programa, la sección estrella de Marron o los sketches de Trancas y Barrancas funcionan como cápsulas diseñadas para tener vida más allá de la emisión diaria. En un ecosistema mediático donde cada noche compite con plataformas, redes y miles de estímulos, esa habilidad es quizá el gran secreto de su permanencia.
Veinte años después de su estreno, Pablo Motos sigue al frente con un estilo que combina control férreo y voluntad de improvisar. Puede gustar más o menos, pero es innegable que ha conseguido sostener un formato inagotable, que sigue generando conversación y que ha logrado algo difícil: instalarse como costumbre. En la televisión, pocas cosas son más poderosas que eso.
Las hormigas protagonizan «Pánico en la gala»
Cada temporada, «El Hormiguero» abre fuego con su película anual, un corto donde el humor y los cameos se dan la mano. En el 20 aniversario toca «Pánico en la gala», una trama en la que una conspiración desde las altas esferas pretende boicotear la celebración del programa. Frente a las tretas, los héroes inesperados son Trancas y Barrancas, que deberán resolver el entuerto con su particular torpeza. Entre quienes se suman al juego están Bill Murray, Robbie Williams, Antonio Banderas, Aitana, Rafa Nadal, Carlos Alcaraz o Jean Reno. Una mezcla que refuerza el espíritu festivo y autoparódico del show.
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