Nueva estrategia

Netflix se disfraza de tele de toda la vida (y sabe lo que hace) ¿Llegará a España?

La plataforma firma una alianza con TF1 para integrar canales lineales en su oferta en Francia, afianzando su papel como líder del entretenimiento global

Bibliotecas públicas lanzan eFilm, un servicio de streaming películas gratis al estilo Netflix
Bibliotecas públicas lanzan eFilm, un servicio de streaming películas gratis al estilo NetflixEuropa Press

Netflix ha decidido que lo de “matar la televisión” era solo una fase. Ahora quiere reinventarla… desde dentro. La plataforma ha anunciado un acuerdo con TF1, el grupo comercial más potente de Francia, para incorporar canales lineales a su interfaz. Sí, Netflix emitirá programación en directo, con horarios fijos. Y no es un desliz: es estrategia pura.

A partir del próximo verano, los suscriptores franceses podrán ver canales como TF1 y sus programas estrella, incluido el exitoso “La Voz”, sin abandonar Netflix. El contenido también estará disponible bajo demanda, pero el golpe simbólico es contundente: el gigante del streaming incorpora televisión en directo como si fuera 1998. Y no lo hace por nostalgia, sino por negocio.

Greg Peters, co-CEO de Netflix, no se anduvo con rodeos: “Esta alianza juega a nuestras fortalezas”, afirmó. Porque si algo ha demostrado Netflix es que su ambición no es solo ser un catálogo, sino ser el centro de mando del entretenimiento. Que abras la app para ver una serie y termines enganchado a un talent show sin cambiar de plataforma. Ese es el plan.

Para TF1 también es una jugada maestra. Su CEO, Rodolphe Belmer, lo resume así: “Accederemos a audiencias sin precedentes”. Traducido: más público, más visibilidad, más anunciantes. En un momento donde las televisiones tradicionales compiten por cada punto de share, integrarse en Netflix es como abrir una nueva autopista hacia el prime time.

Esto no surge de la nada. Netflix y TF1 ya habían colaborado en coproducciones como “Les Combattantes” o la serie diaria “Tout Pour La Lumière”, que debutará cinco días antes en la plataforma que en la cadena. Lo de ahora es otro nivel: integración directa, sin escalas. El equivalente digital a que una cadena privada alquilara espacio en un gigante del cable. Solo que aquí el cable es global, y el alquiler… estratégico.

Aunque Netflix no ha detallado cifras ni duración del acuerdo, sí ha dejado claro que esto es una prueba piloto. Y si sale bien, puede replicarse en otros mercados. Imaginemos que cadenas de España, Italia o Alemania se suman a esta fórmula. El resultado sería un ecosistema híbrido donde el streaming ya no compite con la televisión: la absorbe.

El movimiento también dice mucho sobre el presente del entretenimiento. El modelo “todo bajo demanda” ya no basta. Hay usuarios que echan de menos el zapping, el directo, la sensación de estar viendo lo mismo que otros al mismo tiempo. Netflix lo sabe. Y si puede retener al espectador sin que salte a otra app, mejor que mejor.

Este paso también refuerza su músculo publicitario. Al integrar canales con programación estable y fuerte presencia de marcas, Netflix abre un nuevo espacio comercial dentro de su plataforma, algo que ya tantea con sus planes con anuncios. El éxito de estas estrategias marcará su implantación en nuevos mercados. El tiempo dirá si España se convierte en uno de ellos.

No es solo televisión dentro de Netflix. Es Netflix convirtiéndose en televisión, pero con todas las ventajas de un gigante digital: personalización, control de datos, escalabilidad.