Chicote tiene que intervenir y separar a los integrantes de la taberna Danka

Alberto Chicote prometía muchas emociones en la novena temporada de "Pesadilla en la cocina" y hasta el momento las expectativas se están cumpliendo con creces. Tras unas vecinas invasoras algo asquerosas en el anterior programa, el chef madrileño tuvo que hacer de árbitro de boxeo en mitad de los fogones y separar a dos empleados que fueron a las manos en la taberna Danka, situada en la ciudad de Fuenlabrada, al sur de la comunidad madrileña.

Tensión palpable

Uno de los problemas del restaurante era el comportamiento interno entre compañeros y la tensión se hizo palpable en mitad del programa, con una pelea que contó con la intervención de Chicote, que alucinaba con la terrible situación. Anka, propietaria de una taberna, vivió una noche caótica mientras intentaba atender a sus clientes. Los platos no salían bien y ella se veía obligada a tirarlos, lo que le generaba frustración. "Eso es dinero y duele mucho, te pones histérica", confesó. La tensión se hacía evidente, y los clientes no tardaron en quejarse por el ambiente. "Estamos comiendo y los gritos aquí al lado", lamentaron algunos, visiblemente incómodos. Alberto Chicote, que presenciaba la situación, tampoco pudo evitar estallar debido a los constantes conflictos entre el equipo, señalando las disputas con marcas de fuego en un tablero. El punto álgido llegó cuando Anka regresó a la cocina para reclamar la falta de comandas, y Dani, su socio, le respondió de forma grosera: "¡Vete a tomar por culo!", lo que provocó que ella abandonara el lugar.

La situación empeoró cuando Dani, visiblemente alterado, discutió con Abdel, el cocinero, llegando incluso a una pelea física en plena cocina. Chicote tuvo que intervenir para separarlos, mientras los clientes, cada vez más impacientes, esperaban sus pedidos. El caos continuó cuando Abdel también decidió marcharse, dejando al equipo con "dos bajas", como señaló sorprendido el chef.

El espacio de laSexta volvió a liderar sobre su rival, con un 6,7% de cuota de pantalla y 936.000 espectadores únicos, aventajando en más de dos puntos a su rival.