
Recomendación
'Los fogones tradicionales' muestran el corazón de España en 4K a través de su cocina
La temporada 29 inició el pasado 1 de agosto, con una entrega diaria de lunes a viernes a las 22:30 en Canal Cocina

Eugenio Monesma Moliner ha logrado mantener viva la esencia de la cocina tradicional española durante más de dos décadas, gracias a un formato televisivo que combina historia, cultura y gastronomía. Su propuesta nos deleita con un viaje culinario por la memoria y el sabor de los pueblos de España. El pasado 1 de agosto, Canal Cocina estrenó la temporada número 29 de 'Los fogones tradicionales', y, de lunes a viernes, a partir de las 22:30, los espectadores del canal perteneciente al grupo AMC tienen una cita con los abuelos y abuelas de nuestra tierra, quienes enseñan a preparar los platos de antaño. Todo ello dejando a un lado las cocinas de vanguardia, que hoy lo llenan todo de crema de Lotus o pistacho, desde una hamburguesa hasta un plato de pasta, uniéndonos con nuestros vecinos del Mediterráneo para terminar con esta aberración gastronómica.
Compromiso con la autenticidad para preservar la riqueza gastronómica de nuestro país
En esta vigesimonovena temporada de 'Los fogones tradicionales', Canal Cocina reafirma su compromiso con la autenticidad, recorriendo pueblos y comarcas para preservar la riqueza de la cocina popular española. En esta entrega, el programa viaja a la comarca de Trem, donde Dolors, Ángel y Marina abren las puertas de sus hogares para enseñar recetas con historia, como el original Bacalao con trampa, unas manitas en salsa llenas de sabor y la tradicional receta de Novena. También se traslada a San Martí de Barcedana, en el Pallars Jussà, donde Jordi Lladós y su hijo elaboran una sabrosa perdiz a la pallaresa, y Mónica sorprende con un estofado de jabalí preparado con ingredientes locales. Desde la provincia de Segovia, Teresa, vecina de Orejana, comparte con los espectadores unas auténticas migas castellanas, ejemplo de cocina humilde, contundente y profundamente arraigada en la cultura rural. Con 22 nuevos episodios, esta temporada sigue siendo un homenaje vivo a los sabores del pasado y a quienes, con sus manos y su memoria, mantienen encendida la llama de la tradición gastronómica española en cada rincón del país.
Sí a la cocina de toda la vida
'Los fogones tradicionales' es un emblemático programa de cocina que comenzó su emisión en 1992 y se incorporó a Canal Cocina en 2004, donde se ha mantenido como uno de sus espacios más longevos y reconocibles. Creado por Eugenio Monesma, recupera recetas populares de la gastronomía española, grabadas en pueblos y transmitidas por cocineros anónimos que conservan el saber tradicional. Desde su temporada número 18, el formato se emite en calidad 4K, ofreciendo imágenes de altísima definición que realzan tanto la riqueza visual de los paisajes rurales como el detalle y autenticidad de los platos cocinados. Cuando el realizador oscense comenzó a documentar la cocina tradicional española, las tabernas de apellidos castizos aún dominaban el paisaje gastronómico. Ofrecían platos de cuchara, recetas heredadas y cantidades generosas a precios razonables.
Aunque muchos de esos templos de lo auténtico siguen resistiendo, la tendencia actual ha dado un giro de 180 grados. La cocina de siempre ha sido marginada por una oleada de bares 'canallas' y restaurantes clónicos que ofrecen, en bucle, una carta sospechosamente idéntica: pan bao con carrillada, pata de pulpo a la brasa, gyozas, paquetitos de queso brie, tartar de salmón, tres croquetas por ocho euros y lagrimitas de pollo, como si fueran la cúspide de la creatividad culinaria. Y de postre, cómo no, la ya obligatoria torrija de pan brioche con helado. La degradación ha alcanzado su clímax en los festivales de hamburguesas que se celebran en todas las grandes ciudades del país: ferias donde se masacra sin pudor la vaca rubia gallega con toppings absurdos como jarabe de niños o una delicada capa de crema de Lotus bajo un pan brioche recalentado. Una charca gastronómica donde triunfan las odiosas smash, hamburguesas cada vez más finas y más recargadas, como si el objetivo fuera sepultar el sabor bajo una avalancha de ingredientes sin sentido. Frente a esta deriva disfrazada de modernidad, 'Los fogones tradicionales' se alza como un refugio de verdad, respeto y memoria. Un espacio donde cocinar es un acto de identidad y no una tendencia efímera de Instagram, condensado en pequeñas dosis de media hora, que llenan de sabor, las noches de agosto de Canal Cocina.
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