
Susto
Un soltero de 81 años paraliza 'First Dates' tras un percance con la comida: "Me temblaba todo el cuerpo"
El programa tuvo que suspender la cita después de que Jesús, soltero de 81 años, se atragantara mientras hablaba con su cita

A punto de cumplir una década en emisión, 'First Dates' se ha convertido en uno de los pilares de la programación de Cuatro. Por su restaurante han pasado diferentes perfiles de personas que han dado más o menos que hablar, pero a lo largo de su historia también se han producido situaciones que han dejado al público de casa con la boca abierta. En el programa de este martes, sin embargo, el sentimiento fue de preocupación cuando desde el programa tuvieron que suspender una de las citas por un percance que un soltero de 81 años tuvo con la comida.
El protagonista del incidente fue Jesús, un especialista en robótica jubilado de 81 años que acudió al formato de citas desde Laguna de Duero, en Valladolid, en busca de su alma gemela, una mujer que fuera elegante, moderada y con una gran sonrisa. Y el programa le emparejó con Angelines, una mujer jubilada de 81 años natural de Bembibre, León, que actualmente vive sola y tiene un hijo en Barcelona.
A primera vista a Jesús le encajó su cita, a la que veía "guapita", por lo que movió ficha y se dispuso a entregarle el ramo de flores que había preparado, aunque Angelines parecía estar más interesada en mostrar que era una gran seguidora del programa y antes de saludarle se dirigió a los camareros para mostrarles orgullosamente su pulsera.
Ya en la mesa, la velada comenzó con un Jesús queriendo bendecir la mesa y ambos compartiendo cómo habían sido sus relaciones sentimentales previas. Un momento en el que Angelines desveló que era viuda desde hace tres años, pero que ya había perdido a otra pareja con 27 años.
Asimismo, la mujer se aventuró a hablar de su hogar y sus dos perritos, para que su cita tuviese en cuenta que en el caso de irse a vivir juntos, no quería cambiarse de casa por las mascotas. Un dato que no ha acabado de gustar a Jesús.
La conversación continuó y llegó el momento de hablar cómo les gustaba a cada uno los besos. Esta vez, Angelines también tenía una solicitud, advirtiéndole que no le gustaba la lengua y que si se le ocurriera darle ese tipo de besos, le mordería y vomitaría.
Pero al final quien acabaría vomitando y en el baño sería Jesús, que se atragantó con un trozo de carne al intentar comer y hablar a la vez, mientras que Angelines rechazó volver a tener una cita por el susto que se había llevado: "Me temblaba todo el cuerpo".
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