La semana que viene, Basilea será el epicentro mundial de la música con la celebración de la edición número 69 de Eurovisión en la que Melody buscará romper el maleficio de 55 años de sequía de España sin conquistar el certamen musical más famoso del viejo continente (que hemos ganado dos veces, ya que en 1968 y 1969 el micrófono de cristal se ha venido a nuestro país gracias a las actuaciones de Massiel y Salomé respectivamente). Debido a la gran exposición que supone un evento tan multitudinario como este, Suiza ha decidido blindar la ciudad de Basilea de cara a Eurovisión, aumentando el gasto en ciberseguridad y movilizando policía y ejército helvético para evitar males mayores, suponiendo un desembolso extra para el gobierno suizo de más de 8 millones de euros.

Máximo esfuerzo para garantizar la seguridad

Con motivo de la celebración de Eurovisión 2025 en Basilea, Suiza ha desplegado un amplio dispositivo de seguridad que abarca tanto medidas físicas como digitales. Ante la previsión de recibir a más de medio millón de visitantes, el Gobierno suizo ha movilizado al Ejército, la Policía, el Ministerio Público y varias oficinas federales, entre ellas la de Ciberseguridad y la de Seguridad Fronteriza. La Oficina Federal de Ciberseguridad ha elaborado un análisis exhaustivo de riesgos y ha definido distintos escenarios de amenaza, con el fin de anticipar y neutralizar posibles ataques informáticos. Se reforzarán los controles en los accesos fronterizos, donde se establecerán filtros de seguridad para evitar cualquier riesgo desde el exterior. La inversión en estas medidas ya supera los ocho millones de euros, lo que refleja el compromiso suizo con garantizar la seguridad de este evento internacional de gran visibilidad.

Además de la ciberseguridad, se han establecido restricciones en el espacio aéreo y la movilidad urbana. Del 9 al 18 de mayo, estará prohibido el uso de drones tanto en Basilea como en localidades aledañas. Asimismo, la circulación en el centro urbano y en los alrededores del estadio Jakobshalle, sede principal del certamen, será limitada. Las autoridades consideran que Eurovisión presenta un alto nivel de amenaza, en parte por el creciente número de convocatorias en redes sociales para protestar contra la participación de Israel. Aunque aún no se han registrado solicitudes oficiales para manifestaciones, la Policía Cantonal de Basilea, bajo la coordinación de Matthias Stähli, ha reforzado su presencia en puntos estratégicos para prevenir incidentes. Esta planificación busca asegurar que el certamen transcurra con normalidad, protegiendo tanto a los participantes como al público asistente.