
Sorpresa
'Supervivientes 2025' vive un momento mágico tras el beso entre Anita y Montoya
Además, el utrerano se salvó gracias al beneplácito de la audiencia y a finales de la noche Almácor vivió un reencuentro de ensueño con su pareja

Noche de emociones y pasión en 'Supervivientes 2025' con Anita y Montoya como máximos protagonistas. Tras ser excluidos por la dirección del programa y encarcelados, ambos se sinceraron y vivieron un momento muy bonito en Honduras, como Almácor, que fue sorprendido por su pareja en las platas paradisiacas del reality de Telecinco.
Amor en cada esquina de la playa
La quinta entrega de 'Supervivientes 2025: Tierra de Nadie' trajo consigo uno de los momentos más comentados de la edición: el primer beso entre Anita y Montoya. Ambos concursantes habían sido sancionados y pasaron 24 horas encerrados en el corralito, una situación que, lejos de generar más tensión, terminó siendo terapéutica. En ese espacio, sin distracciones ni la presión del grupo, pudieron hablar con sinceridad, recordar su pasado y reconectar emocionalmente. Anita confesó que necesitaban esa conversación pendiente, mientras que Montoya aseguró que fue una especie de sanación interna, reconociendo que la persona que más ansiedad le había generado, terminó siendo la que más paz le dio. Esa noche compartieron abrazos, palabras afectuosas y, cuando pensaban que no había cámaras, se besaron. El momento fue captado por el programa, y no pasó desapercibido, especialmente cuando Anita, entre risas, soltó un “a ver si voy a llegar preñada”.
La tensión fue máxima en la ceremonia de nominaciones de esta semana en Supervivientes 2025, con cuatro concursantes en la cuerda floja: Anita, Gala, Koldo y Montoya. Todos ellos se enfrentaron al clásico momento del barro, en el que los no salvados reciben una lluvia de lodo sobre sus cabezas como símbolo de su permanencia en la lista de nominados. Gala y Koldo fueron los primeros en recibir el castigo, lo que dejaba en vilo el destino de Anita y Montoya. Finalmente, Carlos Sobera anunció que Anita seguía nominada, lo que convirtió a Montoya en el concursante salvado por la audiencia. La reacción del joven fue inmediata: se dejó caer sobre la arena, llorando desconsoladamente y agradeciendo entre lágrimas el apoyo recibido del público. Su emoción fue evidente, especialmente después de una semana intensa en lo emocional, marcada por su reencuentro con Anita y el beso que compartieron.
La noche en Supervivientes 2025 también estuvo marcada por el romanticismo con la visita sorpresa de Helena, la novia de Almácor, después de 40 días sin verse. El reencuentro fue diseñado como una auténtica prueba de amor. Almácor, vendado, fue guiado hasta una playa remota donde encontró a Helena tras una jaula. Para liberarla, tuvo que superar varios retos que lo condujeron hasta la llave. Antes de descubrir quién era la visitante, él ya había compartido con Laura Madrueño lo importante que era su pareja en su vida, describiéndola como su compañera ideal, su apoyo incondicional. Al abrir la puerta, se fundieron en un abrazo eterno, besos y emociones a flor de piel.
Lo que parecía un simple reencuentro terminó en algo más: él, con un collar hecho por sus propias manos, se arrodilló ante ella y le propuso matrimonio. “No tengo anillo, pero ya lo tendré. ¿Quieres casarte conmigo?”, le dijo con la voz entrecortada. Helena, sin dudarlo, aceptó emocionada, sellando así uno de los momentos más intensos y entrañables de esta edición.
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