El último editorial de Ana Rosa Quintana que retrata la hipocresía del PSOE: “Los que hablaban de pseudomedios ahora borran a los suyos de las fotos”

'El programa de Ana Rosa'se marcha de vacaciones estivales este viernes aunque Ana Rosa ha dejado la puerta abierta si la actualidad política así lo requiere. Como ha ido ocurriendo toda esta semana, el contenido del editorial inicial de la maestra de ceremonias de Mediaset ha girado en torno a la actual crisis del ejecutivo socialista liderado por Pedro Sánchez, quien ha dado conocer a su nueva Secretaria de Organización. Ana Rosa Quintana arrancó su editorial con la maleta a medio hacer y el sarcasmo afilado: "vacaciones relativas", porque en la España política de Pedro Sánchez, cualquier día puede estallar la bomba informativa. En el arranque de julio, con San Fermín como telón de fondo, la presentadora apuntó que Sánchez lanzará el “chupinazo” de un nuevo PSOE hecho a su imagen y semejanza, como Juan Palomo. La epicentro de este rediseño: Navarra. Allí, Bildu (formación con la que el presidente prometió no pactar jamás) presidirá la comisión que investigará adjudicaciones públicas, algo que para Quintana es tan paradójico como alarmante. “Otegi conoce bien lo de las mordidas, aunque ellos lo llamaban impuesto revolucionario”, soltó. Mientras tanto, el PNV reconoce que negoció con dos nombres salpicados por la corrupción: Ábalos y Cerdán. A la moción de censura orquestada desde los despachos, Ana Rosa la bautizó sin titubeos como “la moción del chorizo de Pamplona”. En este escenario, Sánchez se prepara para purgar al círculo de Cerdán mientras su propio partido borra al navarro de fotos oficiales, ironizando que los mismos que denunciaban manipulaciones en los “pseudomedios”, hoy retocan sus propias imágenes como si quisieran borrar la memoria.

En su contundente intervención, Ana Rosa retrató a Pedro Sánchez como un líder atrapado entre el desgaste y el artificio. “Entrará en el Comité Federal como un zombi político y tratará de salir como un Lázaro bíblico”, afirmó, anticipando que el presidente anunciará un paquete de medidas éticas para tratar de lavar la imagen de su Gobierno. Pero en palabras de la periodista, ya es tarde: “El discurso que antes era revulsivo sobre las mujeres, ahora resulta repulsivo”, lanzó con dureza. Criticó que el acto del día, protagonizado por mujeres, sirva como cortina de humo mientras se borra del mapa a Cerdán, el “arquitecto” de los pactos progresistas. Quintana fue más allá, al comparar la defensa del navarro con la de los presos del procés: “habla de jueces, policías y hasta de Koldo como parte de una conspiración”, ironizó. A eso se suman nuevas revelaciones, como la de El Mundo, sobre filtraciones desde la Audiencia Nacional hacia el Gobierno. “Con tanto chivatazo, es normal que el PSOE tenga fontaneros”, dijo. Cerró su crítica señalando el deterioro de infraestructuras y preguntándose, sin rodeos, si los impuestos van a tapar baches... o a comprar voluntades. “En este país hay más delito follar que robar”, remató.