
La saga crece
AMC renueva “Dead City” con Maggie y Negan como líderes de una nueva civilización en Manhattan
La franquicia de The Walking Dead sigue expandiéndose con una nueva entrega de Dead City, esta vez con Seth Hoffman a los mandos

El apocalipsis no tiene fecha de caducidad, y mucho menos cuando Negan y Maggie siguen sin terminar de saldar cuentas. AMC ha confirmado oficialmente que “The Walking Dead: Dead City” tendrá una tercera temporada, lo que no solo prolonga la vida de estos dos personajes emblemáticos, sino que amplía una vez más los márgenes de un universo que parece no tener fin. Y sí, hay nuevo timonel al mando: Seth Hoffman, un nombre que ya dejó huella en la serie original y que ahora regresa para mover los hilos de esta próxima etapa con experiencia quirúrgica.
La serie, que cerró su segunda temporada en junio, ha demostrado que el spin-off funciona cuando hay tensión bien cocinada, heridas mal cerradas y zombis que siguen siendo telón de fondo más que amenaza real. Lo que importa aquí no son los caminantes: son las cicatrices emocionales. Y en eso, Maggie y Negan son pura materia prima. Con Lauren Cohan y Jeffrey Dean Morgan volviendo a sus papeles con esa mezcla de amargura y carisma que los define, la tercera temporada se perfila como una nueva vuelta de tuerca en su contradictoria convivencia.
La nueva entrega se rodará en Boston, aunque la historia continúa ambientada en Manhattan, ese territorio salvaje que hace de jungla vertical en ruinas. La trama arranca con un aparente paso adelante: Maggie y Negan, por fin, consiguen alinear sus objetivos para construir una comunidad próspera. Un Manhattan que, tras años de desolación, comienza a dar signos de vida social organizada. Pero ya sabemos cómo funciona esto: cuando las cosas empiezan a funcionar, aparece el caos. Y esta vez el caos no viene con colmillos podridos, sino con decisiones mal tomadas y fantasmas del pasado que aún no han terminado su ronda.
La clave estará en ver si estos dos personajes, tan rotos como necesarios el uno para el otro, son capaces de no repetirse. Porque el mayor peligro para esta nueva ciudad no es el enemigo externo, sino la autodestrucción. La historia va a pedirnos que miremos más allá de la moralidad simplista de temporadas pasadas y entendamos que, a veces, lo único que diferencia a un salvador de un dictador es la escasez de gasolina o comida. Con Hoffman al frente, es probable que la serie ahonde más en esas zonas grises donde el bien y el mal solo existen según quién sostiene el cuchillo.
AMC ha jugado bien sus cartas con este anuncio. La confirmación de la renovación viene con un paquete atractivo: nuevos villanos, nuevos pactos y una ciudad que todavía no decide si quiere renacer o rendirse. Además, la incorporación de Hoffman añade una capa de garantía narrativa: su paso por “JSS” y “Demasiado tarde” no fue gratuito, y su manejo del tempo en “House” o “Prison Break” puede ser lo que esta serie necesita para no caer en la repetición.
El otro ingrediente importante es la química inevitable entre Cohan y Morgan. No importa cuántas veces Maggie le recuerde a Negan lo que le hizo, ni cuántas veces él intente redimirse: el espectador está atrapado entre el deseo de reconciliación y el legítimo rencor. Esa fricción es el combustible de la serie. Todo lo demás —los muertos vivientes, los nuevos enemigos, las armas oxidadas— es paisaje emocional.
Que el rodaje empiece este otoño significa que tendremos que esperar hasta 2026 para saber si esta nueva civilización en Manhattan se construye con cimientos reales o se derrumba al primer rugido. Mientras tanto, los fans tienen algo claro: Maggie y Negan no se agotan. Pueden evolucionar, pueden repetir errores, pero siguen siendo dos polos que no se anulan. Y ahora, con un showrunner que entiende el terreno que pisa, “Dead City puede volver a sorprender, no con sobresaltos baratos, sino con decisiones que duelen más que cualquier mordisco.
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